"Rezamos por las víctimas y por la paz en Ucrania"
Svitlana Dukhovych y Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
Dos días de luto por lo que se ha descrito como "el mayor ataque contra infraestructuras civiles en Leópolis desde el comienzo de la guerra". Así lo describió el alcalde de la ciudad, Andriy Sadovy, quien informó de cinco muertos y más de treinta heridos, y de medio centenar de pisos de un bloque de viviendas destruidos, tras el ataque ruso de anteanoche contra un consorcio de viviendas, cuyos apartamentos superiores fueron volados por misiles rusos, probablemente, según explica la fuerza aérea ucraniana, lanzados desde portaaviones de superficie y submarinos en el Mar Negro.
Se abrió una investigación sobre el cierre de, al menos, una docena de refugios en la ciudad, la misma situación que hace un mes en la capital, Kiev, cuando tres personas, entre ellas una niña de nueve años, murieron durante un atentado.
Oraciones por quienes mueren y por la paz
Las víctimas de anteanoche, cuatro mujeres y un hombre, tenían entre 32 y 63 años; dos de ellas, Anastasia, de 32, y Myroslava, de 60, eran madre e hija. "Sin duda habrá una reacción", escribió el presidente ucraniano Zelensky en Twitter.
Petición de monseñor Mieczyslaw Mokrzycki
Por otra parte, oraciones por los fallecidos y por la paz, pide monseñor Mieczyslaw Mokrzycki, arzobispo de Leópolis de los latinos, quien describe a Vatican News, el dolor y el miedo en que viven sus conciudadanos.
Dos de las víctimas también eran fieles de rito latino, madre e hija, "muy comprometidas con una fundación que ayuda a niños con enfermedades incurables", dice con tristeza el arzobispo. Además, monseñor Mieczyslaw Mokrzycki explica:
"En Leópolis, a menudo oímos sirenas y mucha gente se esconde en los refugios. Esta vez, sin embargo, la gente de este edificio no pudo bajar al refugio, era de noche, eran las dos de la mañana. Estaban durmiendo tranquilamente y perdieron la vida. Estamos cerca de todas las personas que dieron su vida por el país durante la guerra, soldados y civiles".
El dolor del prelado también es por “ver que, como consecuencia de estos bombardeos, tantas personas huyen a lugares más tranquilos, a pueblos, o a otros lugares de Europa, como Polonia. Huyen de la ciudad porque todos quieren esconderse y proteger a sus hijos”.
Llamamiento del arzobispo
La finalidad de nuestra vida es el reino de los cielos
En cuanto a la actuación de los obispos latinos en Leópolis, en apoyo de los civiles, siempre intentan – explica – “asistir a los funerales, estar cerca de las familias que han perdido a sus seres queridos, les damos ayuda material, moral y psicológica, e intentamos infundir esperanza en sus corazones, rezando e invocando oraciones, para estar cerca de Dios, para tener paz. Nuestra vida no está perdida, porque la finalidad de nuestra vida es el reino de los cielos y la vida eterna".
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