Francisco en Marsella traza una hoja de ruta para el Mediterráneo
Sebastián Sansón Ferrari – Enviado a Marsella (Francia)
Desde la “capital de la integración de los pueblos”, como definió el Papa Francisco a la ciudad de Marsella, en Francia, el Pontífice alzó su voz pidiendo un despertar contra el naufragio de la civilización. En el segundo y último día de su 44º viaje apostólico internacional, este 23 de septiembre, Francisco pronunció un extenso discurso durante la sesión final de la tercera edición de los Encuentros del Mediterráneo, efectuada en el auditorio del Palacio del Faro.
El edificio, que acogió una parte de los trabajos del 17 al 24 de septiembre, abrió sus puertas a las 7 de la mañana para permitir el acceso de los periodistas y de los invitados especiales de este evento, que contó con la participación del Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte.
Con los hoteles al completo, el tráfico caótico y estrictos controles de seguridad en diversos puntos, Marsella vive su semana más ajetreada del año. Todos los marselleses, comerciantes, quiosqueros y taxistas son categóricos: nunca antes se había visto pasar tanta gente por sus calles.
En un sábado soleado, fresco y ventoso en la ciudad focense, resonó otra vez la preocupación de Bergoglio por el fenómeno migratorio, que está en el centro de los Encuentros del Mediterráneo, y también es transversal en su Pontificado, dedicando múltiples llamamientos y gestos a la temática.
El punto culminante del viaje se vive en la tarde de este sábado en la santa misa que tendrá lugar en el Estadio Velódromo, para la que se agotaron todas las entradas. Se prevé la asistencia de unos 60.000 fieles, 800 miembros del coro, 700 sacerdotes y 150 obispos esperarán al Papa tras su kilométrico recorrido en papamóvil por la avenida del Prado.
Si bien el Papa regresa a Roma alrededor de las 20:50 y finaliza esta visita, varias propuestas de los Encuentros Mediterráneos continúan por un día más, hasta el domingo 24. La Iglesia celebra la 109ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado y entre las actividades previstas, el Cardenal Michael Czerny presidirá la santa misa en la Catedral de La Mayor. Para esta fecha, el Sucesor de Pedro escogió el lema "Libres de elegir si migrar o quedarse". En su mensaje, plantea la necesidad de "acompañar y gobernar los flujos del mejor modo posible, construyendo puentes y no muros, ampliando los canales para una migración segura y regular". "Dondequiera que decidamos construir nuestro futuro, en el país donde hemos nacido o en otro lugar, lo importante es que haya siempre allí una comunidad dispuesta a acoger, proteger, promover e integrar a todos, sin distinción y sin dejar a nadie fuera", escribió.
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