Custodio de Tierra Santa: "Mi pensamiento va a la pequeña comunidad cristiana de Gaza"
Roberto Cetera
"Después de que sonaran las cuatro sirenas de alarma ayer por la mañana, la situación en Jerusalén es de calma total. Una angustiosa calma plana. La ciudad está semivacía, como en los días del lockdown. El casco antiguo está desierto. Anoche dimos una vuelta por el barrio cristiano con el padre Faltas sin encontrarnos con nadie”.
Así lo informa el padre Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, quien lleva ocho años viviendo en Jerusalén.
Padre custodio, ¿qué idea se hizo de los acontecimientos de estas últimas horas?
Confieso que es muy difícil, incluso ahora, expresar un pensamiento completo sobre lo que ha sucedido, pero sobre todo sobre lo que aún puede suceder. Sólo puedo alinear algunas observaciones dispersas. En primer lugar, diría que la dinámica del atentado dejó a todos sorprendidos y perplejos. Las propias fuerzas armadas israelíes fueron tomadas por sorpresa y no supieron prever y contener un ataque interno de este tipo. Y esto es una novedad absoluta.
Sin embargo, no puedo aventurar ninguna predicción sobre cómo evolucionará la situación en las próximas horas y días. Habrá operaciones militares para recuperar el control del territorio en el que se han infiltrado milicianos de Hamás y de la Yihad islámica, y sin duda también acciones militares directas contra la Franja de Gaza.
Pienso, y rezo sin cesar con mis hermanos, por el terrible número de víctimas que han muerto en estos dos días. La inmensa mayoría de ellas son víctimas civiles. Por las fotos de los propios soldados israelíes publicadas en los sitios, se puede ver que muchos de ellos son poco más que muchachos. Y rezo por los numerosos rehenes ahora cautivos en Gaza.
Entre ellos también hay ancianos, mujeres y niños. Rezo entonces por mis hermanos en la fe de esta tierra. La minoría cristiana de Tierra Santa corre una vez más el riesgo de verse comprimida por un conflicto en el que no participa. Para los árabes cristianos de esta tierra, la aspiración legítima a la creación de un Estado de Palestina aquí nunca toma la forma de acciones violentas o prevaricadoras.
Octubre, padre Francisco, es tradicionalmente un mes muy concurrido de peregrinaciones. ¿Qué puede decirnos de los peregrinos presentes en Jerusalén y en los santos lugares?
Muchos ya han abandonado el país y muchos otros lo harán en los próximos días. El aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv permaneció abierto, pero se cancelaron muchos vuelos. Muchos peregrinos están intentando cambiar sus billetes para anticipar el regreso a sus países. Otros ya lo han hecho.
Además, las normas gubernamentales para los próximos días incluyen el cierre cautelar de todas las escuelas y la introducción de normas relacionadas con el estado de guerra. Es algo que hacemos a regañadientes, porque hubiera sido muy oportuno ayudar a los niños a reflexionar sobre lo que está ocurriendo y desarrollar con ellos un pensamiento de paz.
Padre custodio, imagino que estarán coordinando en estas horas con las demás presencias cristianas en Tierra Santa.
Evidentemente, estoy en contacto estas horas con nuestro cardenal patriarca Pizzaballa, que se quedó en Italia tras el Consistorio del 30 de septiembre. Está intentando reunirse con su rebaño lo antes posible: creo que podrá embarcar en un vuelo aquí hoy o lo antes posible.
Por ahora, sólo puedo invitarlos a unirse a nosotros en una oración incesante para que se abra algún cauce de diálogo con vistas, si no a la paz, al menos al silenciamiento de las armas y al respeto de la población civil y de los prisioneros capturados. Precisamente este domingo, las lecturas nos recuerdan que es la paz de Dios la que custodia nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús.
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