Zuppi: rezar para no ceder a la violencia, la guerra y la crueldad
Francesca Sabatinelli - Ciudad del Vaticano
La Jornada de ayuno y oración del viernes 27 de octubre, convocada por el Papa, es importante porque "debemos superar la violencia, no podemos acostumbrarnos a la guerra, a la brutalidad, a la tragedia, y entonces debemos resolver también las causas, además de no acostumbrarnos nunca a las consecuencias". El cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, habla de Oriente Medio, de la guerra que inflama esa región, dirigiéndose a los asistentes a la 40ª Asamblea de la Asociación Nacional de Municipios Italianos, en Génova, el 26 de octubre, en vísperas del acto en la plaza de San Pedro.
Garantizar los derechos de israelíes y palestinos
La solución que hay que encontrar para poner fin al conflicto debe garantizar los derechos de las dos partes, es la indicación del cardenal, que se refiere a "la fórmula del Papa Francisco de la guerra mundial 'en pedazos'", porque "no hay cosas que no nos conciernen, también nos conciernen conflictos con los que parecería que no tenemos nada que ver". Se necesita entonces un liderazgo palestino "con autoridad" que sea "capaz de defender a su pueblo", porque Hamás, es la explicación, "es el peor enemigo del pueblo palestino". Lo fundamental es "atajar los nudos para que ya no hagan falta ambulancias", prosigue Zuppi, lo que significa que es necesario "resolver las causas profundas" del conflicto, porque "a veces nos damos cuenta de los problemas cuando surgen". Por supuesto, aclara, "hay una historia que sigue su curso, hay que tener claridad, firmeza y no ser indulgentes con la violencia, y luego hay que entender las causas para resolverlas".
Unir para resolver lo que divide
El diálogo sigue siendo fundamental, porque aunque aparentemente sea imposible de practicar, entonces se entiende que hacen falta "puentes y no muros", y encontrar "lo que une para resolver lo que divide". Hay necesidad de convergencia, de alianzas, de diálogo, "hay una gran necesidad". Los conflictos siempre estarán ahí, forman parte de la vida". Pero el cálculo, además de la intensificación de los conflictos, se hace también con su "duración", porque, aparte de que también pueden ser de "baja intensidad", no dejan de ser una forma de "contaminación" para el mundo. Lo que hay que evitar absolutamente, prosigue, es "la polarización, los conflictos deben terminar en diálogo", y cuanto antes se inicie éste "antes se resolverán las causas". Como en el caso de Ucrania, para el que "el objetivo es llegar a una paz justa y segura", porque la guerra es un camino que debe quedar "cada vez más en desuso". En lo que él mismo está trabajando, como misión de paz del Papa para la guerra en Ucrania, que le llevó a Kiev, a Moscú, y luego a Washington y Pekín. Una misión que continuará, garantiza Zuppi.
El remiendo del Papa Francisco
Como nos hizo ver la pandemia, "todos estamos en el mismo barco", y ante tantas situaciones de conflicto está la "pasión por remendar, por intentar hacer todo lo posible" del Papa Francisco. La guerra no es sólo cuando estalla materialmente, está la parte previa y es en eso en lo que también hay que reparar mucho'. Lo que está ocurriendo en Ucrania y en Tierra Santa "no puede dejar de preocuparnos", concluye el cardenal, "hay tanto por hacer. Muchas veces tengo la impresión de que tenemos el hilo y que lo utilizamos poco".
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