Charis, carismáticos del mundo en Roma reflexionan sobre los retos de la Iglesia
Federico Piana - Ciudad del Vaticano
Tres basílicas de Roma y el Aula Pablo VI del Vaticano acogen, desde el 2 de noviembre hasta el sábado 4, el evento Llamados, transformados y enviados, organizado por Charis, el servicio internacional de la Santa Sede para la Renovación Carismática Católica. Desde la mañana del 2 de noviembre hasta bien entrada la noche, en Sant'Andrea della Valle, Santa Maria Sopra Minerva y Sant'Ignazio di Loyola, participantes de todo el mundo se reunieron para reflexionar sobre diversos temas que están en el centro de la actualidad de la Iglesia, como la verdadera esencia de la comunidad y el diálogo ecuménico e interreligioso.
El Papa, invitado especial
Hoy y mañana las actividades se trasladan al Aula Pablo VI con importantes ponentes que abordarán algunos aspectos de la vida de la Iglesia: desde la importancia de la renovación, a la sinodalidad, pasando por el servicio a los pobres y la unidad de los cristianos. Cerrará el evento un concierto de jóvenes por la paz.
Transformar los corazones
"Elegimos el título Llamados, Transformados y Enviados porque estamos seguros de que Dios llama: el problema es que, muy a menudo, no escuchamos esta llamada", explica Pino Scafuro, moderador de Charis, según el cual "cuantas más personas sean capaces de prestar atención a la voz de Dios, más se podrá dar a conocer el Evangelio. Y el mundo cambiará". Pero para transformar a los demás, primero debemos transformarnos a nosotros mismos, añade: "Por eso hemos pedido al Papa seguir siendo enviados al mundo, como nos recuerda el mismo Evangelio".
Diez años fundamentales
El moderador de Charis explica también que los próximos diez años serán fundamentales para cambiar el destino del planeta y de la humanidad. "Todos sabemos -dice- que las noticias trágicas que leemos hoy en los periódicos o vemos en la televisión no son las que nos gustaría escuchar. Si en 2033 podremos escuchar aquello que habla de fraternidad y paz, debemos trabajar ahora mismo". ¿Cómo hacerlo? El camino, dice Scafuro, es "sobre todo pedir ayuda al Espíritu Santo. Él es quien marca las diferencias".
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