Renunciar a intereses personales es clave para el avance social
Vatican News
Con un llamamiento a acoger el don de la paz y a defender la naturaleza para proteger la vida de todos, los obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) se dirigen al Pueblo de Dios en un mensaje al concluir la segunda Asamblea Plenaria Ordinaria de 2023. El encuentro se efectuó del 9 al 14 de noviembre en la casa de retiros “Cardenal Clemente Maurer” de Cochabamba.
Los prelados reflexionaron sobre la violencia y confrontación que se vive a nivel nacional e internacional y la preocupación por el cambio climático. En el texto, manifiestan que el hecho de no expresar la buena voluntad a la hora de resolver los conflictos empobrece al país. Frente a estas situaciones, el Episcopado recuerda la invitación a anunciar la verdad, la justicia y a brindar soluciones que busquen el bien común para construir una sociedad de paz.
Los pastores retoman el mensaje del Papa Francisco en su exhortación apostólica Laudate Deum, en la que el Pontífice asegura: “Porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo”.
Evidencian el impacto del cambio climático, con las temperaturas elevadas, la sequía y los incendios, que son “consecuencias de acciones irresponsables y egoístas, que se han perpetuado por largo tiempo”. Asimismo, aseveran que la contaminación de los ríos por la minería ha expuesto gravemente la salud de la población y se ha vuelto instrumento de enfermedades y de contaminación física y moral. Por estos motivos, llaman a custodiar la casa común, adoptando acciones.
El drama de las guerras y de la proliferación de la violencia son los otros temas que preocupan a los miembros de la CEB. En este sentido, exhortan a no callar el grito de la paz y del diálogo. Es más, animan a reconocer los escándalos que azotan la comunidad católica de la nación y que exigen trabajar para detener las situaciones que los provocan, así como para curar, sanar y prevenir.
A la luz del camino sinodal, la Iglesia que peregrina en Bolivia resalta que “no es imposible dialogar entre distintos” y considera que es posible avanzar en este proceso, intercambiando entre posiciones diferentes, “siempre y cuando se renuncie a intereses personales y de sectores para pensar éticamente en el bien común, mirando a los demás como a hermanos y no como a competidores”.
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