Monseñor Pierre André Dumas, Obispo de Anse-à-Veau, Haití Monseñor Pierre André Dumas, Obispo de Anse-à-Veau, Haití 

Haití, Obispo Dumas: Me ofrezco como rehén para salvar a las monjas secuestradas

El pastor de la diócesis de Anse-à-Veau-Miragoâne, a través de los medios vaticanos, pide la liberación de las monjas secuestradas hace tres días por uno de los grupos armados que está poniendo a sangre y fuego al país caribeño. "Secuestrar a mujeres que dedican su vida a salvar a los pobres y a los jóvenes es un gesto que verá el juicio de Dios". Agradecimiento al Papa por la cercanía y la oración

Federico Piana - Ciudad del Vaticano

"Por favor, tómenme en su lugar. Estoy dispuesto". Cuando lanzó el llamamiento a los secuestradores, monseñor Pierre-André Dumas aún tenía en los ojos la sonrisa de los ángeles que se llevaron por la fuerza hace tres días, mientras iban en un autobús que recorría las polvorientas calles de su diócesis, Anse-à-Veau-Miragoâne.

Dispuesto a dar su vida

Por todas ellas, el pastor estaría dispuesto a dar su vida, sin pensárselo dos veces. "Por ahora, no he recibido ninguna señal de los secuestradores. Pero estoy aquí. Un sacerdote de mi diócesis que trabaja en un barrio marginal y una monja de la Madre Teresa de Calcuta también se han ofrecido a acompañarme", dice, con la voz llena de emoción. Y rebosante de entusiasmo por el afán de poner fin a un asunto que está sacudiendo a toda la Iglesia local.

 

Dolor e indignación

Pero además de dolor, hay indignación. Las religiosas secuestradas -quizá mantenidas segregadas en el sur de la capital, Puerto Príncipe, por una de las bandas armadas que ponen al país caribeño a sangre y fuego y exigen 3 millones de euros por su liberación- siempre han dedicado su tiempo a curar las heridas de uno de los pueblos más pobres del mundo. Sin pedir nada a cambio. Se ocupan -dice el obispo- de educar a los jóvenes, de evangelizar, de estar cerca de los que no tienen nada. Han entregado su vida por completo a nuestro pueblo". Y, por eso, monseñor Dumas se muestra horrorizado de que los hijos de ese mismo pueblo hayan podido llevar a cabo un gesto que él mismo califica de "inhumano" y "por el que, algún día, Dios pedirá cuentas".

Gratitud al Papa

Dumas se muestra esperanzado por el llamamiento del Papa a la liberación de los rehenes en el discurso posterior al Ángelus de ayer domingo 21 de enero. "Francisco ha querido rezar por la armonía social en el país, y Dios sabe cuánto la necesitamos", explica el prelado, que también intenta dejar claro cómo este secuestro se enmarca en una situación de violencia generada no sólo por la extrema pobreza, sino también por la ausencia total de política e instituciones. "La nación -denuncia- no está gobernada. Se han suspendido las elecciones, no hay instituciones democráticas y sólo operan los clanes armados, que dirigen casi el 80% de Puerto Príncipe. El Papa tiene mucha razón: falta una verdadera armonía social".

 

La Iglesia sobre el terreno

El papel de la Iglesia local, en este contexto incandescente, es provocar un diálogo entre todos los actores políticos e institucionales. Esto es necesario, explica el obispo, porque la gente está cansada: "Desde hace más de tres meses me he ofrecido, con la luz verde de nuestra Conferencia Episcopal, a escuchar a todas las partes. Intentamos obtener un amplio consenso -concluye- para salir de esta crisis de la mejor manera posible".

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23 enero 2024, 10:34