La OIEC multiplica iniciativas para difundir el Pacto Educativo Global
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
En 2019, el Papa Francisco lanzó el Pacto Educativo Global invitando a “dialogar sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta y sobre la necesidad de invertir los talentos de todos, porque cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora”. A cinco años de este momento, la Oficina Internacional de la Educación Católica (OIEC) continúa sus esfuerzos para aplicar este documento y trabaja en sinergia con el Dicasterio para la Cultura y la Educación. Para ello, el hermano Juan Antonio Ojeda, religioso lasallista y responsable de proyectos de la OIEC, y Hervé Lecomte, secretario general, se han encontrado en Roma en aras de coordinar acciones en torno a la difusión y construcción del Pacto desde lo local.
“Sin duda, al Vaticano, a los gobiernos y a las instituciones internacionales, explica el religioso, les compete tejerlo desde arriba hacia abajo, pero aquellos que nos encontramos en primera línea lo hacemos desde lo local, desde el territorio, procurando construir ciudades educadoras”.
El también consultor del Dicasterio para la Cultura y la Educación recuerda que debemos ser conscientes de que la educación está cambiando de posición. “La pandemia ha puesto de manifiesto que la salud es importante, pero no hay salud si no hay una buena educación”, afirma. “Esta es una responsabilidad de todos, no solamente de la escuela o de la universidad. Como nos dice el Papa, para educar a un niño necesitamos la ‘tribu’ entera, es decir, todos los sectores sociales, culturales, deportivos”, añade.
Según Ojeda, el Pacto es un gran “paraguas” que une a todos y da vida al magisterio del Papa Francisco, en especial por la inspiración de Evangelii gaudium, Laudato si’, Fratelli tutti y la “Economía de Francisco”. “Los siete objetivos no son exclusivos para la escuela católica, sino también para la no católica”, manifiesta el religioso español, quien reitera la importancia de propiciar una nueva realidad personal y social más fraterna y solidaria.
Para lograr estos cometidos la OIEC ha preparado diversos materiales divulgativos. Una de las propuestas es una serie de viñetas, elaboradas junto al caricaturista Fano, que se publicará en breve y su intención es transmitir el Pacto de un modo más atractivo e inspirador. Está previsto que circulen en al menos cinco idiomas: español, inglés, francés, italiano y portugués. Sobre esta iniciativa, Ojeda sostiene que se deben poner en juego todos los sentidos para ayudar a que las personas toquen la realidad y comprendan que el Pacto les cambia la mirada.
Asimismo, la entidad publicó el libro “Construir el pacto educativo desde el territorio” que narra la aplicación del Pacto en el departamento Norte de Santander, en Colombia. En el prólogo de este volumen, el exgobernador de dicha región, Silvano Serrano Guerrero, escribe que el Pacto "es el símbolo de un gran acuerdo social alrededor de un interés público, como lo es la educación, que trasciende lo individual y construye nuevas posibilidades, a partir de reconocer la genialidad colectiva que aporta la diversidad. Es la confluencia de diferentes habilidades, conocimientos y experiencias al servicio de la co-creación de una mejor educación para nuestros pobladores, especialmente para nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes".
El hermano Ojeda comenta que la experiencia de Norte "animará a las escuelas católicas a tomar la iniciativa de convocar y promover esta alianza local y global". La obra, estructurada en quince capítulos, fue presentada al Papa Francisco en diciembre de 2023.
Intercambios provechosos en el Vaticano
Además del hermano Ojeda, el secretario general de la OIEC, Hervé Lecomte, se demuestra muy satisfecho con los encuentros que han tenido con el Dicasterio para la Cultura y la Educación y están empeñados en fortalecer la colaboración. "El Dicasterio está muy feliz del trabajo que hacemos. Son proyectos concretos. El Pacto Educativo es el texto más fuerte del Pontificado del Papa Francisco y por eso tenemos que escribir proyectos educativos en cada escuela a partir de los siete puntos. No hay que imaginar otra cosa. Hay que pensar, en cada institución, qué se puede hacer en este sentido", afirma.
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