Exterior de la «Rotonda», la iglesia ucraniana de Horyany Exterior de la «Rotonda», la iglesia ucraniana de Horyany 

La «Rotonda», oasis fronterizo entre el arte y la guerra

El sacerdote Bohdan Savula, párroco de una antiquísima iglesia cercana a la frontera eslovaca, relata el día a día de una comunidad que, aunque no se ha visto afectada por la furia de los ataques rusos, se ha convertido en refugio seguro para muchos refugiados en estos años de conflicto

Svitlana Dukhovich – Ciudad del Vaticano

En más de dos años de guerra, afortunadamente sólo han visto caer un cohete en su territorio. Pero si la destrucción no ha llegado, sí lo han hecho las avalanchas de desplazados de la primera hora, sí lo han hecho también los huérfanos y los soldados caídos en el frente, sí lo ha hecho además el dolor de una población que lleva en su corazón las mismas heridas que tantos de sus compatriotas y que se ha arremangado para transformar esa relativa tranquilidad en un oasis de solidaridad.

Cerca de la frontera con Eslovaquia, en la zona ucraniana de Transcarpatia, se alza la «Rotonda» de Horyany – un suburbio de Uzhhorod – que pertenece desde hace siglos a la eparquía greco-católica de Mukachevo. Se trata de un antiguo edificio sagrado adornado con frescos medievales que son una alegría para los ojos de muchos eruditos, que consideran que fueron pintados por maestros de la escuela de Giotto.

En esta iglesia, uno de los pocos ejemplos intactos de Europa del Este, vive una comunidad que ha abierto sus puertas a numerosas familias obligadas a huir de las zonas calientes del conflicto. Una experiencia relatada a los medios de comunicación vaticanos por el párroco Bohdan Savula.

Algunos de los frescos del interior de la iglesia
Algunos de los frescos del interior de la iglesia

Padre Bohdan, en primer lugar, ¿cuáles son las características especiales de esta iglesia?

Es importante destacar que se trata de una iglesia muy importante desde el punto de vista histórico, porque es la más antigua de la región de Transcarpatia (Zakarpattia) y una de las tres iglesias más antiguas de Ucrania. Además, este tipo de «rotonda» es un edificio muy interesante, porque quedan muy pocas en Europa del Este, por ejemplo. Y nuestra Rotonda es la mejor conservada, ya que de las otras sólo quedan los cimientos. Es un estilo románico que se trajo aquí de milagro, quedan muy pocas de este tipo de construcción.

También hay frescos únicos en nuestra iglesia, estrechamente relacionados con Italia, porque se dice que pertenecen a la escuela de los maestros de Giotto. Este tipo de fresco no se encuentra en ningún otro lugar de Ucrania, Polonia o Europa del Este. Es absolutamente único y atrae no sólo a los creyentes a la iglesia más antigua, sino también a artistas, arqueólogos, historiadores del arte, investigadores de la historia, etc.

El interés de estos frescos reside en que probablemente datan de finales del siglo XIII y del siglo XIV. También es interesante que casi todos ellos estaban enlucidos o revestidos de cal, y es probable que la iglesia perteneciera a los protestantes en algún momento. Los frescos se descubrieron por casualidad durante unas obras de renovación entre 1860-70. Se limpiaron y han permanecido así hasta hoy.

Con el tiempo, la iglesia se hizo muy popular no sólo entre los fieles que vivían allí, sino también entre personas de distintos continentes. Incluso gente de Inglaterra y Australia ha venido a estudiar los frescos. En el 2012, el difunto obispo Milan Shashik trajo de Roma una copia del icono Salus Popoli Romani, que había sido bendecida por el Papa Benedicto XVI. El obispo se afilió entonces a la Basílica de Santa María la Mayor.

“Desde entonces, cada vez más gente ha empezado a visitar nuestra iglesia. Y hace poco, se promulgó un decreto por el que se declara lugar de peregrinación donde se puede obtener indulgencia plena, y ha sido elevado a santuario mariano”

La iglesia durante una celebración
La iglesia durante una celebración

¿Cómo evoluciona su comunidad?

Durante el periodo soviético, cuando nuestra iglesia fue prohibida, la Rotonda permaneció formalmente ortodoxa durante algún tiempo. En 1959 fue alcanzada por un rayo y permaneció cerrada hasta 1990.

Cuando nuestra Iglesia salió de la clandestinidad, el pueblo, por así decirlo, volvió a la vida e hizo todo lo posible por devolver la Rotonda a la comunidad. Incluso se discutió si devolverla a los ortodoxos, ya que la última vez que estuvo registrada fue como ortodoxa, pero la mayoría votó por la Iglesia greco-católica. La gente se preocupa por su iglesia, intenta que esté bien cuidada y que cuando la gente venga se sienta bien

Horyany era un pueblo, luego anexionado a Uzhhorod, y ahora es uno de los distritos de Uzhhorod. Nuestra parroquia cuenta con 300-350 familias. En cuanto al desarrollo del santuario, hay dos aspectos. El primero es el aspecto espiritual: además de los servicios regulares, cada primer sábado de mes una de las parroquias de Uzhhorod viene en peregrinación a nuestra Rotonda. En particular, ahora rezamos por la paz en Ucrania, por todos los soldados. Cada decimotercer día del mes organizamos una velada dedicada a Fátima, durante la cual tenemos una liturgia, una oración de las madres, una oración del rosario, etc.

El segundo aspecto se refiere al desarrollo organizativo de este lugar. Hemos completado la restauración exterior de la Rotonda. Se han realizado obras de gran envergadura para dejar la Rotonda en buen estado, tal y como se ve ahora. Y ahora queremos construir un centro de peregrinación donde la gente que venga pueda descansar, pernoctar y comer.

“Aún estamos en las primeras fases porque no es un buen momento económico, debido a la guerra. Pero estamos trabajando. Ya tenemos registrado el terreno para la Rotonda y creo que en un futuro próximo se construirá un centro de peregrinación, una capilla y un Vía Crucis”

Bohdan Savula, párroco de la Rotonda
Bohdan Savula, párroco de la Rotonda

Uzhhorod se encuentra cerca de la frontera con Eslovaquia, por lo que está bastante lejos de la zona de guerra. Cómo afecta el conflicto a la vida de su comunidad?

Es cierto que estamos más lejos de los combates y, gracias a Dios, sólo llegó aquí un cohete al comienzo de la guerra. En cambio, tuvimos la afluencia de un enorme número de refugiados y desplazados internos. Al principio, en casi todas las parroquias había gente de Kharkiv, Donetsk, Odesa, Dnipro, Zaporizhzhia, que simplemente huían de la guerra. Vimos el número de estas personas y quisimos ayudarlas.

“Realmente hicimos mucho, ayudando con dinero, comida, ropa y todo lo que pudimos. Con el tiempo esta necesidad ha disminuido un poco, porque algunas personas han regresado, otras se han ido al extranjero y otras han encontrado su propio alojamiento”

Pero la guerra se hace sentir porque la situación en el país es muy difícil. Porque siento que si al principio todos vivíamos con la expectativa de que acabaría bastante rápido, ahora se está haciendo muy difícil porque todo el mundo está mentalmente muy cansado y nadie sabe cómo acabará. Además, otra cosa difícil son los funerales de los militares.

“Por ejemplo, enterramos a cinco soldados de nuestra parroquia que murieron en el frente. Y hay varios soldados heridos que ya no pueden servir. Y muchos otros siguen en el frente, así que rezamos todo el tiempo. Así que, de hecho, somos los más alejados, pero sentimos la guerra muy profunda y muy de cerca. Porque cuando miras a la gente que no tiene adónde volver, cuando miras a los ojos de los niños que han quedado huérfanos, es duro”

Además, por desgracia, casi todas las semanas, a veces incluso todos los días, hay funerales de nuestros militares en las parroquias vecinas y nosotros, como sacerdotes, participamos en ellos. Así que, aunque aquí no ocurra nada, la situación es bastante difícil.

¿Qué significa para usted la devoción a la Virgen María?

“Para mí, personalmente, es bastante personal. Porque una vez leí la historia de las apariciones de Fátima, en la que la Virgen nos pedía que rezáramos por la conversión de Rusia, y me acordé de ello cuando comenzó la invasión rusa a gran escala. Así que esto se siente mucho a nivel espiritual, porque realmente es una lucha espiritual”

Y sigo diciendo a la gente que debemos ponernos de rodillas, rezar y ayunar continuamente. Porque humanamente hablando, ninguna organización secular puede detener esta guerra. Por lo tanto, debemos confiar en Dios nuestro Señor.

A nivel diocesano y nacional, organizamos a menudo jornadas de oración y ayuno por nuestro país. Y estoy convencido de que si no fuera por Dios Nuestro Señor, no habría encontrado la respuesta. Tal vez habría abandonado el país con mi familia, porque habría dicho que aquí no había perspectivas. Pero la fe en Dios Nuestro Señor y la confianza en la Virgen María me dan la esperanza de que vendrá algo bueno, mejor que ahora.

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05 junio 2024, 13:42