Guatemala: Mensaje con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional
Vatican News
Tal como informa la Coferencia Episcopal de Guatemala y ADN CELAM, bajo este texto bíblico toda la Iglesia de esta nación celebra el Congreso Eucarístico Nacional, que comenzó este 10 y culminará este 13 de julio en Quetzaltenango a 206 km al noroeste de la Ciudad de Guatemala.
Quinientos años de camino evangelizador
Los obispos, con ocasión de este evento, han enviado un mensaje a todo el pueblo Dios, quienes “con agradecimiento” celebran los 500 años de camino evangelizador en esta nación.
La historia de la Iglesia en Guatemala
Fue en Quetzaltenango donde se creó la primera doctrina o centro de evangelización, por eso, han destacado que “la presencia eucarística de Jesucristo y de su evangelio ha iluminado nuestras vidas, en medio del desarrollo de la historia de la Iglesia en Guatemala”.
El primer santo de Guatemala y Centroamérica
Apelaron al legado del hermano Pedro de San José Betancur – considerado el primer santo de Guatemala y Centroamérica –, quien “descuella como fruto de la gracia y la caridad en la historia de la Iglesia en nuestro país y los mártires al derramar su sangre nos dieron la medida del valor de la fe que nos salva”.
Santa y pecadora
Los prelados aseguraron que “a lo largo de 500 años la Iglesia en todas sus comunidades ha crecido y se ha expandido, la buena noticia de Jesús ha sido acogida por numerosos pueblos y nos ha hecho crecer en dignidad conscientes de esa vida divina que nos transmite y que no acaba con la muerte”.
Seguir avanzando en la restauración de las heridas
Aunque la evangelización comenzó con “la conquista española que también tuvo un alto costo en muerte y sufrimiento para los pueblos originarios”, han señalado – citando su carta pastoral de 1992 por los 500 años de la llegada de Colón – que la historia esta lena de ambigüedades.
Por tanto, la Iglesia debe “seguir avanzando en la restauración de las heridas y desencuentros que se dieron y se dan aun actualmente. Desde los primeros evangelizadores hasta la fecha hemos de reconocer con honestidad que la Iglesia es al mismo tiempo santa y pecadora y que Cristo sigue sufriendo en el dolor de nuestros pueblos”.
“Aún falta mucho para lograr la paz, la justicia y la reconciliación a las que el Evangelio de Jesús nos invita. Confesamos que el Señor sigue presente en su Iglesia y nos ayuda”. Y finalizaron con estas palabras:
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