Bolivia. Mons. Herbas llama a la solidaridad para combatir el hambre
Lucía Elvira – Ciudad del Vaticano
Desde la histórica Catedral San Pedro de Aiquile y el Santuario de la Virgen de Candelaria, monseñor Jorge Herbas OFM, Obispo de la Prelatura de Aiquile, dedicó su homilía a la reflexión sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, instando a la comunidad a mostrar generosidad y solidaridad en la lucha contra el hambre en el mundo.
La Mirada Compasiva de Jesús
El Obispo Herbas subrayó que Jesús observa profundamente en el corazón de cada persona, reconociendo sus necesidades y sufrimientos. “Jesús ve en el fondo de nuestro corazón, identifica nuestras necesidades, problemas y deseos. Él conoce nuestro interior mejor que nosotros mismos”.
Herbas afirmó como “Jesús es el dios que provee el alimento necesario para que el pueblo no parezca de hambre, sino que viva. El alimento es el medio de la vida, y Dios nos da vida, y la vida nos viene de Dios”.
Más Allá del Milagro: La Lección de Generosidad y Solidaridad
Enfatizando que Jesús es el Pan partido para la vida del mundo, Mons. Herbas explicó que el milagro de la multiplicación de los panes y los peces es una lección de confianza en la providencia divina. Un niño ofreció sus cinco panes y dos peces a Jesús, simbolizando que lo poco puede transformarse en abundancia cuando se comparte con generosidad. “Con el milagro de la multiplicación de los panes, Dios toca el corazón de cada persona y suscita una respuesta ante la necesidad y el hambre”, señaló el Obispo.
La Transformación del Corazón Humano
El Obispo Herbas resaltó que la solución al hambre no depende exclusivamente de la economía o el dinero, sino del corazón de cada persona. “Jesús no realiza el milagro de la nada. Nosotros somos esos cinco panes y dos peces puestos en las manos de Dios. Él transforma nuestra existencia, mente y corazón, preparándonos para ser signos de su providencia cuando compartimos con generosidad”, afirmó. Mons. Herbas, también hace una referencia al futuro “Pensar también no solamente en el hoy, sino también en el mañana. Para que podamos pensar también que Dios provee, que Dios no nos deja abandonados”
Contra el Desperdicio de Alimentos
Tras el milagro, Jesús instruyó recoger los pedazos sobrantes para que nada se desperdicie. Mons. Herbas lamentó el actual desperdicio de alimentos: “Es un escándalo que, en un mundo donde hay hambre, se boten alimentos a la basura. Muchas personas mueren de hambre y es un escándalo desperdiciar comida”, remarcó.
Un Llamado a la Acción Solidaria
Finalmente, Mons. Jorge Herbas instó a la comunidad a ser agradecida, generosa y solidaria, promoviendo la limosna para las obras sociales de la Iglesia, que atienden a ancianos, niños y personas necesitadas. “Este es el milagro que Dios realiza a través de su Iglesia, saciando el hambre de tantos que sufren en el mundo”, concluyó.
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