Panamá: Indignación ante las violaciones de los derechos humanos de los migrantes

Lucía Elvira - Ciudad del Vaticano

Ha concluido el Seminario Continental sobre personas migrantes, refugiadas y desplazadas en Panamá. El evento ha sido organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y la Asociación de Religiosas y Religiosos de Panamá (ADERYRP). Se desarrolló del 11 al 14 de julio con el propósito de buscar soluciones para las problemáticas que enfrentan los refugiados y los desplazados. Asimismo, se ha expresado el sólido compromiso de renovar acciones y seguir apoyando la vida religiosa a los migrantes, refugiados y desplazados en condiciones vulnerables.

Los organizadores compartieron un mensaje en el que detallaron sus inquietudes y aspiraciones. Expresaron su compromiso de continuar con la labor evangelizadora que la vida religiosa demanda en estos tiempos, poniendo en primer plano a quienes están sufriendo.

El mensaje

En primer lugar, el reconocimiento teológico: las personas migrantes, refugiadas y desplazadas son vistas como una oportunidad para servir y ser evangelizados, revelando la acción de Dios en sus vidas. La vida religiosa se reinventa al comprometerse con estas comunidades, encontrando alegría y propósito en este servicio.

Además, los organizadores expresaron su indignación ante las violaciones de los derechos humanos de los migrantes, incluidos los abusos y las muertes en las rutas migratorias. Denunciaron la corrupción y la violencia que obligan a las personas a desplazarse, señalando la falta de políticas efectivas y la complicidad de autoridades que ignoran este sufrimiento.

También llamaron a la ciudadanía a practicar la acogida, el respeto y la solidaridad hacia los migrantes. Rechazaron la xenofobia, la discriminación y la criminalización de estas personas, afirmando que nadie es extranjero en la Iglesia de Dios.

Finalmente, instaron a la vida religiosa, las iglesias y otras organizaciones a involucrarse más activamente en el estudio, la sensibilización y la ayuda a las personas migrantes. Subrayaron la importancia de comprender y comunicar la realidad de estas comunidades, promoviendo una acogida integral y protección efectiva.

Lamentablemente, algunos migrantes enfrentan corrupción en los procesos migratorios al llegar, lo que se convierte en un negocio lucrativo para grandes empresas y organizaciones criminales. Como consecuencia, padecen miseria y sufrimiento. Por esta razón, este mensaje ha sido de gran apoyo para todos ellos.

Testigos

Durante el Seminario, se destacó uno de los pilares fundamentales del evento: la escucha. Esta perspectiva es valiosa porque los migrantes son los protagonistas. Ellos poseen historias de alegría y tristeza, de frustración y esperanza, de logros y desilusiones. En resumen, son historias vividas, momentos de crecimiento y caminos compartidos con aquellos que desean estar siempre al lado de quienes se ven obligados a dejar su patria y comenzar una nueva etapa en sus vidas.

Aun así, también había testigos que afirmaron: “No hemos tenido una experiencia de acogida negativa por parte de la población panameña”. Sin embargo, también relatan con transparencia las numerosas dificultades que enfrentan en su día a día.

El Seminario Continental sobre personas migrantes, refugiadas y desplazadas, ha sido un paso para continuar concienciando a la población sobre la situación de estas personas. Finalmente, se declaró la renovación de acciones para continuar apoyándoles desde la Vida Religiosa.