El Papa Francisco con el arzobispo de Tirana, Arjan Dodaj El Papa Francisco con el arzobispo de Tirana, Arjan Dodaj 

«Med 24», la construcción de la paz empieza por los jóvenes

En Tirana, del 15 al 21 de septiembre, se está llevando a cabo la cuarta etapa de los Encuentros del Mediterráneos, tras los de Bari, Florencia y Marsella

Beatrice Guarrera

«Los jóvenes bien formados y orientados hacia el espíritu de fraternidad pueden abrir puertas inesperadas de diálogo y contribuir a la construcción de un mundo más justo y pacífico": son palabras del Papa Francisco pronunciadas hace un año en los Rencontres Méditerranéennes (Med23) de Marsella, tercera cita de esa reflexión entre las Iglesias del Mare Nostrum que comenzó en Bari en el 2020 y continuó en Florencia en el 2022.

Siguiendo estas indicaciones del Papa y avanzando por ese mismo camino de comunión, del 15 al 21 de septiembre unos cincuenta jóvenes de veinticinco naciones del Mediterráneo y del Mar Negro participarán en Tirana, Albania, en el encuentro Med24 - Peregrinos de la esperanza. Constructores de paz.

 

«Yo también, entonces con 16 años, como muchos hoy, crucé el mar y emigré a Italia, donde viví durante años», reveló Arjan Dodaj, arzobispo de Tiranë-Durrës, en Marsella el año pasado.

Una conmovedora experiencia de vida y de fe que tal vez orientó la elección del comité organizador sobre Albania para esta nueva edición de los Encuentros del Mediterráneos, que tienen lugar, entre otras cosas, en el contexto del 10º aniversario de la visita del Santo Padre a Tirana (21 de septiembre del 2014).

Don Massimiliano Maria Spezia, secretario de monseñor Dodaj, explica: «La peculiaridad de esta edición es que será un encuentro precisamente para jóvenes, es decir, a diferencia de los demás, los protagonistas de este encuentro son precisamente ellos. Son jóvenes de entre 20 y 32 años, procedentes de las cinco orillas del Mediterráneo y pertenecientes a diferentes religiones y culturas.

La motivación para elegir Tirana como sede del evento también tiene que ver con las múltiples realidades culturales y religiosas que caracterizan el país. Por ello, el programa de Med24 (realizado por el mismo comité que Med23 en Marsella) toca diversos aspectos, culturales, espirituales y religiosos, «que aportan la experiencia del hombre entero en su variedad y realidad», señala el padre Spezia.

En sintonía con el título Peregrinos de esperanza. Constructores de Paz, el objetivo de la iniciativa es promover el diálogo y la cooperación entre los jóvenes y los obispos del Mediterráneos, para hacer frente a los retos y oportunidades comunes, en la creación de una cultura de la solidaridad que fomente la paz y la esperanza.

El arzobispo de Tirana acogerá a los jóvenes procedentes de Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Oriente Próximo, Turquía, Armenia, Georgia, Rumanía, Grecia, Croacia, Kosovo, Malta, Francia, Italia, España y, por supuesto, Albania. Están previstos encuentros con altos representantes institucionales y líderes religiosos.

«El modelo albanés es un modelo de convivencia real», explicó el secretario: «También el Papa lo recordó cuando regresó de su viaje a Albania y dijo: ‘Allí no es que se toleren, allí se aman'. La realidad religiosa de Albania nunca es motivo de diferencia o rivalidad y hace que estén unidos también como pueblo y esto da como modelo una convivencia real, pacífica, verdadera, incluso en la diversidad de cada uno».

El programa incluye etapas en Shkodra y Fier, donde se explorarán aspectos importantes de la historia y el patrimonio cultural mediante visitas a museos y encuentros con personas que defendieron la religión durante el régimen comunista.

La culminación de los trabajos está prevista para el jueves 19 con una sesión conjunta entre los jóvenes y los obispos mediterráneos (de Italia, Marruecos, Francia, Turquía, Grecia, Croacia, Malta, Kosovo, Montenegro), centrada en «Educación, comunicación y desarrollo integral, en la construcción de la paz».

En esta ocasión, los jóvenes albaneses, como verdaderos promotores de la paz en el país, ofrecerán una perspectiva en profundidad de los esfuerzos locales en este sentido. «Vemos estos encuentros – explica Spezia – un poco como el fruto del viaje del Papa a Albania, el primero que hace a Europa».

Una Europa que en los últimos diez años ha visto el Mediterráneo cada vez más herido por el drama de demasiados migrantes que han muerto de fatiga, hambre e indiferencia, a lo largo de las rutas marítimas y terrestres.

«Sobre el tema de la acogida – subraya el sacerdote – actúa la Cáritas nacional, de la que es presidente el arzobispo de Tirana, que también procede de una experiencia de inmigración. Albania, en la ruta de los Balcanes, es un punto neurálgico. Los emigrantes que viajan, sobre todo a pie, pasan por esa ruta».

La migración es una experiencia que «el pueblo albanés ha vivido en primera persona» y, por tanto, «ya existe una sensibilidad más fuerte, real y atenta sobre este tema».

En un momento en el que el Mediterráneo parece «confuso, en situación de guerra, de conflictos», donde «los jóvenes a veces pierden sus valores, es bonito ver que estos jóvenes tienen el deseo de reunirse, bajo la luz del Papa, que nos inspira a mirar los signos de los tiempos que están también en este Mediterráneo, y luego, a partir del Mare Nostrum, recrear la paz y difundirla por el mundo». Como decía Giorgio La Pira, concluye el padre Spezia, «la paz estará en el mundo si primero está en el Mediterráneo».

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16 septiembre 2024, 11:45