Monseñor Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio y presidente de Caritas Internationalis Monseñor Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio y presidente de Caritas Internationalis  (VATICAN MEDIA Divisione Foto)

Conozca al cardenal electo Tarcisius Isao Kikuchi de Tokio

En una amplia entrevista con Vatican Media, el cardenal electo Tarcisius Isao Kikuchi de Tokio, Japón, y presidente de Caritas Internationalis, comenta sobre el estado de la Iglesia, su nombramiento y de su trabajo por la paz del mundo.

Deborah Castellano Lubov – Ciudad del Vaticano

La Iglesia es una sola familia alrededor del mundo y necesitamos apoyarnos mutuamente… Así lo expresó en una amplia entrevista con Vatican Media el cardenal electo Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio, Japón y presidente de Caritas Internationalis.

El domingo, el Papa Francisco, quien visitó Tokio en el 2019, anunció que el arzobispo Kikuchi estaría entre los cardenales que se nombrarán en el Consistorio el próximo 8 de diciembre del 2024.

Durante esta conversación, el presidente de la Conferencia Episcopal de Japón habla sobre su reacción al nombramiento, cómo ayudará al Santo Padre como cardenal, así como de su vocación y espiritualidad.

Además, el cardenal electo Kikuchi comparte lo que él considera que son los temas más importantes para la Iglesia en la actualidad y cómo reaccionar mejor en un mundo afligido por la guerra. A continuación, se encuentra la transcripción de la conversación.

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Ahora que se ha conocido que el Papa Francisco te ha nombrado cardenal, ¿cómo espera aconsejar al Santo Padre? Y, en particular, ¿cómo espera aconsejarle sobre la Iglesia en Asia?

En realidad, como presidente de Caritas Internationalitis (el brazo humanitario del Vaticano), informo al Santo Padre lo que está ocurriendo en Caritas. Ya me he reunido con el Santo Padre varias veces. Por supuesto, no hablo italiano, no hablo español. Así que siempre llevo a alguien de Caritas para que me traduzca. Pero ya le he estado dando información, así que, continuaré con lo que he estado haciendo.

El Papa ha declarado un Año de Oración, Tenemos el Sínodo y muchos otros eventos, pero él ha declarado éste un Año de Oración antes del venidero Jubileo. ¿Podrías comentarnos algo sobre tu propia espiritualidad e incluso cómo descubrió su vocación?

Mi espiritualidad es complicada, pero fui educado por los misioneros suizos. Nací como hijo de un catequista en el norte de Japón, y vivía en la parroquia, Vivía con el párroco, quien era un misionero suizo. Él es quien me crió. Él me enseñó cómo rezar y cómo ser monaguillo. Cuando era pequeño, ya quería ser misionero. Debido a su conexión con el pueblo de habla alemana, era SVD, los Misioneros del Verbo Divino que trabajaban en la prefectura vecina, me llevaron al seminario menor de los Misioneros del Verbo Divino en Japón y me educaron como un misionero. Por lo tanto, mi espiritualidad, mi creencia, se basa realmente en este encuentro con el misionero extranjero. Esa es la razón por la que me convertí en sacerdote, realmente quería ser un misionero, así que fui a África.

“Esa es la razón por la que me convertí en sacerdote, realmente quería ser un misionero, así que fui a África.”

Hablando de su experiencia en África, creo que estuvo casi una década en Ghana ¿Cómo lo ha influenciado esa experiencia? ¿Hay algo que le haya enseñado sobre la Iglesia?

En 1986, fui ordenado sacerdote e inmediatamente fui a Ghana. Me enviaron a una estación misionera, donde no hay electricidad ni suministro de agua, pero la gente era muy feliz. Allí conocí muchísima gente alegre, a pesar de que hay tantas dificultades. Pero me preguntaba por qué las personas son tan felices allá. Enfermedades, pobreza, toda clase de dificultades, pero la gente es feliz. Entonces, descubrí el porqué. Ellos dijeron que la felicidad se debe a que saben que, cuando hay una dificultad, alguien vendrá a ayudarte. Nunca te abandonarán. Nunca te olvidarán. Esa fue la experiencia que tuve en Ghana. Desde entonces, desde que comencé a trabajar para Caritas durante muchos años, ese es mi principal concepto de apoyar a los demás: No te olvido. No te olvidaré. Siempre te apoyaré.

“Me enviaron a una estación misionera, donde no hay electricidad ni suministro de agua, pero la gente era muy feliz”

¿Cuál considera la importancia de la Iglesia en Asia y, considerando su tiempo en África, de la Iglesia universal hoy en día?

He estado hablando sobre eso, del cambio del centro de la Iglesia de las Iglesias occidentales a las llamadas Iglesias del sur global. Porque la Iglesia en Asia está produciendo muchas vocaciones ahora. Las Iglesias están creciendo y la espiritualidad profundizándose. Por tanto, es ahora nuestro deber contribuir a la Iglesia universal. Ahora, este es el momento de Asia para contribuir a la misión de la Iglesia.

El hecho de que en este momento hay guerras en todo el mundo y el Santo Padre hizo un llamado a una jornada de oración y ayuno. En su opinión, ¿qué herramientas deberían utilizarse para trabajar por la paz?

Actualmente, es muy difícil hablar sobre la paz. Las personas, especialmente tras la pandemia del Covid, se están volviendo muy egocéntricas, egoístas, y hablando únicamente de su propia seguridad. Y, cuando la gente se está volviendo egoísta, es muy difícil hablar de paz o de estabilidad en otros países lejanos. De Japón, el Medio Oriente o Tierra Santa está muy lejos. En consecuencia, es complicado que la gente entienda que ese es realmente nuestro problema. No es su problema, es nuestro, porque vivimos como una misma familia en el mismo planeta. Esta es la idea. Creo que la Iglesia debe continuar hablando con la gente sobre el hecho de que estamos viviendo como una familia.

Cardenal electo Kikuchi, ¿existe alguna problemática o temas en concreto que usted crea que son los más importantes para enfocarse en la Iglesia Católica hoy en día?

La migración es uno de los mayores problemas. En Japón o Corea, también es lo mismo, la sociedad está envejeciendo y no tenemos muchos hijos. La tasa de natalidad está disminuyendo. Naturalmente, para apoyar o mantener la sociedad, la afluencia de migrantes es una necesidad. Pero, por supuesto, existe una tendencia a no querer integrar a estos migrantes en la sociedad. Siempre hay una especie de opinión dura en contra de los migrantes. Pero sin los migrantes no podemos sobrevivir. Así que es una contradicción. Así pues, ante esto, se plantea la cuestión sobre cómo tratar o integrar a estos migrantes en la sociedad. Es un tema primordial para la Iglesia Católica, dado que muchos de ellos son católicos, muchos de ellos son cristianos. Actualmente, si usted va a las parroquias en Japón, se ven muchos migrantes, muchos migrantes católicos. Dado esta situación, la integración de estos migrantes en la sociedad es un tema es una cuestión esencial que debemos abordar.

¿Existe algo más que le gustaría añadir?

No.

Muchas gracias por su tiempo.

Gracias a usted.

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10 octubre 2024, 12:10