Monseñor Ignace Bessi Dogbo, arzobispo de Abiyán, en Costa de Marfil.  Monseñor Ignace Bessi Dogbo, arzobispo de Abiyán, en Costa de Marfil.

Futuro cardenal Bessi invita a caminar en espíritu sinodal

Ignace Bessi Dogbo, arzobispo de Abiyán en Costa de Marfil, comparte un pensamiento para el pueblo de Costa de Marfil y el deseo de que cese el terrorismo en las zonas afectadas de África Occidental.

Stanislas Kambashi, SJ - Ciudad del Vaticano

Mientras estaba encerrado en su habitación de hotel y trabajaba en el Instrumentum Laboris, el documento de trabajo para el sínodo en el que participa, el obispo Bessi se vio sorprendido por unas llamadas telefónicas que decían "Auguri - Felicidades". Era el anuncio de una gran noticia que no esperaba. Durante el Ángelus, el Papa Francisco acababa de comunicar que sería creado cardenal durante el consistorio del 8 de diciembre próximo.

"Me quedé de piedra", cuenta el arzobispo de Abiyán, que agradece al Santo Padre la confianza depositada en él. Su reacción ante esta sorpresa fue un Fiat voluntas tua. "Todos estamos al servicio de la Iglesia. Así que si el Señor piensa que alguien está más cerca del Santo Padre para darle un consejo y recibirlo de él, sólo puede dar las gracias y agradecer también al Santo Padre su confianza", dijo.

Confianza a pesar de las limitaciones

El arzobispo de Abiyán no olvida su condición limitada y cuenta con la gracia de Dios. Con humor, habla de su estado físico durante la primera sesión del Sínodo de octubre de 2023. "Entre los miembros del Sínodo, el año pasado fui el único que, como el Santo Padre, tenía una silla de ruedas".

A pesar de los problemas de salud que puedan surgir, el futuro purpurado se muestra confiado ante esta nueva responsabilidad, que puede exigirle viajar mucho.


La alegría y el apoyo del pueblo marfileño

El pueblo de Costa de Marfil no ocultó su alegría por la noticia. Las reacciones llegaron de todas partes. "Un digno hijo de Costa de Marfil fue a Roma vestido de púrpura, ha vuelto vestido de púrpura", se leía en las redes sociales. En su pueblo natal, una banda de música tocó para la ocasión. Entre las primeras llamadas telefónicas hubo una del Primer Ministro marfileño, Robert Beugré Mambé, a quien monseñor Bessi encontró "muy reconfortante". 

Miembros del gobierno y muchas otras personas también enviaron mensajes de felicitación. "Todo el país está exultante y a la espera de ver lo que esto puede hacer por la cohesión y la reconciliación del país", declaró el prelado.

"Ser consejero del Papa te abre el espacio, los ojos y el corazón. Al ver lo que ocurre en el mundo, te refuerzas para ser más útil en tu propio país, en todos los ámbitos de la vida, tanto religiosos como políticos", afirma monseñor Bessi.

El mundo se beneficiaría del control del terrorismo

Refiriéndose a África Occidental, asolada por el terrorismo, el futuro cardenal expresó su indignación por el hecho de que países ricos en recursos naturales se vean perpetuamente confrontados a tales tensiones. Para él, el terrorismo es como un "enemigo invisible, una hidra sin cabeza, aunque podamos adivinar más o menos dónde está la cabeza". Todo ello, lamenta, bajo la atenta mirada de la comunidad internacional.

Invitados por el Papa Francisco, los participantes en el Sínodo y numerosos fieles se reunieron en la Basílica de Santa María la Mayor la tarde del domingo 6 de octubre para rezar el Rosario por la paz en el mundo. Para Bessi, fue un consuelo comprobar que el Santo Padre compartía las preocupaciones de la subregión de África Occidental de la que procede, así como las de todos los países en estado de guerra. 

El prelado tampoco ocultó su consternación por el hecho de que el mundo entero sea incapaz de controlar el terrorismo, consciente de que la paz en estas regiones convulsas sería beneficiosa para las relaciones y las asociaciones beneficiosas para todos. «Tenemos la impresión de que el mundo entero está debilitado frente al terrorismo. Las grandes potencias que conocemos, que disponen de todos los medios para controlarlo todo en cuestión de segundos, se esfuerzan por hacerlo», señala.

Un obispo sinodal

Monseñor Bessi será creado cardenal mientras la Iglesia reflexionaba sobre la sinodalidad, con su participación directa. Para este prelado, es un signo de que el Señor le invita a seguir siendo un "obispo sinodal", un obispo que escucha. "Escuchar al espíritu que habla a su Iglesia y que habla a través de todos nosotros, incluso de los más pequeños".

"El obispo no lo sabe todo", declara, refiriéndose a la carta de San Pablo a los Filipenses, en su segundo capítulo, los tres primeros versículos: "Estimen a los demás por encima de ustedes mismos...".  Esta actitud, según él, es fundamental, en la medida en que Dios ha dado a cada persona un carisma particular. Cuando comprendemos esto, permanecemos atentos a los demás, sacerdotes, laicos, personas consagradas, escuchamos lo que Dios puede decirnos a través de ellos y recibimos lo que aportan a la Iglesia, subraya.

Este espíritu sinodal acompañó a monseñor Bessi cuando era Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa de Marfil. En aquella época, tuvo el reflejo de reunir a todos sus hermanos para reflexionar sobre una visión y un proyecto comunes, en lugar de elaborar una especie de plan estratégico personal. Fue en esa misma época cuando el Santo Padre hizo un llamamiento a la reflexión sobre la misión de la Iglesia como comunión y participación.

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08 octubre 2024, 11:22