Iglesia madrileña afronta el dolor causado por los abusos
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano
Un Acto de Reconocimiento y Reparación a las personas víctimas de abusos de la Iglesia se llevó a cabo este lunes por la tarde en la explanada de la de la catedral de la Almudena, en Madrid, España. El evento, organizado por la Iglesia madrileña en colaboración con Proyecto Repara de la Archidiócesis de Madrid, inició con un momento de escucha y solidaridad, donde, tras el silencio, los participantes compartieron sus testimonios de dolor frente a cientos de personas.
Entre los testimonios, se destacó el caso de un sacerdote, víctima de abuso en el seminario, quien aseveró que “si no dan importancia ni credibilidad a nuestro relato, ¿cómo vamos a dar el paso difícil de salir del anonimato, estando llenos de temores, miedos y vergüenzas? Si no hay denuncias, no es porque no haya habido abusos, es porque el tratamiento que vamos a recibir resulta más doloroso que el propio abuso”; por ende, se evidenció durante el acto “la magnitud del daño causado, también por el encubrimiento”, de acuerdo a la Archidiócesis.
Los relatos que dejaban entrever los sentimientos de miedo, confusión y traición, fueron escuchados por una numerosa audiencia que respetó el dolor de los afectados y, como pueblo de Dios, se unieron en una oración solidaria por la reparación de las víctimas de diversas clases de abusos “sexuales, de poder, de consciencia y espirituales”.
A este respecto, previo a la realización del evento, el responsable del equipo de psicólogos de Repara, Valentín Rodio, aseguró que se trataba de “un acto de reparación, pero también de compromiso, del compromiso de no dejar pasar las cosas, es decir, que por parte de la Iglesia y de nosotros, no queremos pasar página, por nuestra propia responsabilidad en estos actos. Al final, es una oración porque somos conscientes de que la oración nos despierta y que Dios con ello nos va a ayudar a mantenernos en vela en esta tarea”.
Las palabras del Cardenal José Cobo
“No queremos, no podemos, no debemos pasar página”, anunció el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, durante la segunda etapa de la celebración; las palabras del cardenal resonaron en la iglesia mientras admitía con dolor que “ha habido abusadores dentro de la Iglesia. Nos ha costado reconocerlo. Son lo opuesto a lo que pretendíamos anunciar y hacer”.
Sin embargo, frente a tal declaración, el purpurado aseguró que la Iglesia “quiere afrontar el dolor que provoca todo tipo de abusos” y, aunque “nunca será suficiente lo que hagamos para reparar lo que ha sucedido… Este cambio decisivo se va encarnando humildemente en el sentir y en las actividades de nuestra Iglesia de Madrid y en tantos lugares. Es nuestro firme compromiso”.
Asimismo, monseñor Cobo expresó las condolencias de parte de la Iglesia y el deseo de “poner todos los medios para seguir acogiendo y afrontando todo el sufrimiento injusto que habéis padecido”, a la vez en que reiteró su compromiso con “la formación adecuada de clérigos y religiosos y religiosas, y también del laicado, sin olvidar alcanzar a todos los miembros de nuestra sociedad que en modo alguno es ajena a esta tragedia como hemos comprobando”.
“Sabemos que hay camino por delante. Gracias a Dios, nuestra Iglesia está sembrada con multitud de historias y vidas entregadas con generosidad, silenciosamente, y en la sencillez del evangelio. Por eso, nosotros que nacimos al pie de una cruz, no abandonaremos a las personas crucificadas”, insistió el cardenal tras desear que el dolor de las víctimas se convierta en esperanza, “pues está ungido por el mismo sufrimiento de Cristo”.
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