El cardenal Pierbattista Pizzaballa visita Yenín, en Cisjordania. (@Patriarcado Latino de Jerusalén) El cardenal Pierbattista Pizzaballa visita Yenín, en Cisjordania. (@Patriarcado Latino de Jerusalén)

Cardenal Pizzaballa: "No nos rendiremos al odio"

El Patriarca Latino de Jerusalén responde a la reciente carta del Papa Francisco a los católicos de Oriente Medio para expresar su profunda gratitud por su cercanía y afecto región y ratifica el firme compromiso de la Iglesia con la paz y la reconciliación a pesar de las circunstancias.

Lisa Zengarini - Vatican News

El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, ha enviado una carta al Papa Francisco para transmitirle la «más sincera gratitud» de los líderes católicos y de todos los fieles cristianos de Oriente Medio por su cercanía y compasión.  

En la Jornada de oración por la paz en el mundo y de ayuno que ha convocado para conmemorar el aniversario de la masacre de Hamás en Israel y de la devastadora guerra que le ha seguido, el Papa también ha dirigido una misiva (TEXTO INTEGRAL) a los católicos de la región en la que expresa su cercanía al "pequeño rebaño indefenso" de Tierra Santa "sediento de paz".

Necesidad de empatía con todos los que sufren la guerra

En su carta, publicada el viernes 11 de octubre por L'Osservatore Romano, el cardenal Pizzaballa agradece al Papa este "hermoso gesto de cercanía y afecto" y también por ser "el único líder mundial" que reconoce el "sufrimiento humano de todos", recordando la necesidad de "no perder nuestra humanidad", incluso en estas trágicas circunstancias.

Refiriéndose a la Jornada de oración por la paz a la que se han unido las comunidades católicas de Tierra Santa y de todo el mundo, el Patriarca latino de Jerusalén señaló que estas "armas de amor" son la respuesta de la Iglesia "a la desconfianza que parece extenderse cada vez más". "En este contexto de odio profundamente arraigado, dijo, hay necesidad de empatía, de gestos y palabras de amor que, aunque no cambien el curso de los acontecimientos, aporten consuelo y consolación".

El cardenal Pizzaballa evocó que en los últimos doce meses de guerra sacerdotes, religiosos, religiosas y voluntarios se han mantenido firmes en el servicio a los desamparados, para socorrerlos y confortarlos, incluso arriesgando sus propias vidas.


No resignarse al odio y trabajar para reconstruir la confianza 

El purpurado reiteró el firme compromiso de la Iglesia de reconstruir las relaciones rotas y la confianza entre las comunidades y de resistir a la "lógica del mal" que pretende dividir. "No nos rendiremos ante los acontecimientos que parecen separarnos, sino que trataremos siempre de ser constructores sedientos de paz y justicia", dijo, recordando el ejemplo de hombres y mujeres de todas las religiones que, aunque afectados personalmente por la violencia, han tenido la fuerza interior para perdonar y no ceder "a la lógica del odio".

Expresó su esperanza de que este "pequeño resto" pueda constituir el punto de partida para reconstruir las relaciones.

“De este momento difícil, debemos aprender a hacer que nuestras relaciones sean aún más fuertes y sinceras en el futuro, para construir contextos auténticos y serios de paz y respeto.”

Las estrategias militares solo engendrarán violencia en el futuro

El cardenal Pizzaballa insistió en la determinación de la Iglesia de seguir abogando por el cese inmediato de las hostilidades, haciéndose eco del llamamiento del Papa Francisco a un nuevo liderazgo mundial con una nueva visión para Oriente Medio, ya que las estrategias militares no traerán la paz.

"De hecho, la violencia solo engendrará más violencia, creará más odio en las generaciones más jóvenes y alimentará aún más las diversas formas de fundamentalismo que han atormentado y obstaculizado nuestra región durante demasiado tiempo", afirmó.  

La carta bregaba, en cambio, por invertir en educación y desarrollo para dar a las generaciones futuras esperanza y un entorno estable en el que prosperar.

“Tenemos que dar a nuestros jóvenes un ambiente de paz en el que puedan construir sus esperanzas, aquí, en nuestras tierras atribuladas.”

Sabemos que no estamos solos 

Una vez más, el cardenal Pizzaballa prometió que la Iglesia seguirá hablando en nombre de los que no tienen voz, ofreciendo su apoyo a todos los necesitados.

"Sabemos que no estamos solos, y que están con todos los que sufren la 'locura de la guerra'", concluye el texto.


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11 octubre 2024, 17:09