Diócesis de Ambato lamenta el trágico homicidio del padre Fabián Arcos

Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano

Ante el asesinato del sacerdote Fabián Enrique Arcos Sevilla, la diócesis de Ambato, provincia de Tungurahua, Ecuador, expresó, este 6 de noviembre, su más profunda consternación y aseguró que permanecerá unida “a la familia de nuestro hermano y amigo […] para acompañarlos en su sufrimiento”.

Del mismo modo, la diócesis pidió a los fieles que no se hagan eco de las especulaciones, “considerando el sufrimiento de la familia Arcos Sevilla […] con esperanza, debemos aguardar la versión oficial de los funcionarios encargados de las investigaciones”, a la vez en que reconocieron “la labor ejecutada por la Policía Nacional y la Fiscalía, y confiamos en que su profesionalismo permitirá revelar los hechos para que la justicia juzgue a todos los culpables”.

Mensaje de condolencia de la diócesis de Ambato

La comunidad católica y cientos de allegados al padre Fabián Arcos, se reunieron para darle el último adiós al sacerdote en la iglesia de Huachi Chico, a donde había sido asignado dos meses antes; en el templo se encontraban presentes los sacerdotes de la diócesis de Ambato, así como el arzobispo de Quito, Alberto Espinoza, quien acompañó a la familia y al pueblo en su dolor por la pérdida del religioso.

El hallazgo del sacerdote

El cadáver del sacerdote de 53 años, fue encontrado el pasado 4 de noviembre, en las inmediaciones de un terreno que era utilizado como basurero, su desaparición se había reportado cuatro días antes.

La Fiscalía de Ecuador fue el organismo que informó sobre el hallazgo del occiso a través de su cuenta de X -Twitter-, “informamos que luego de 4 días de búsqueda, el cuerpo sin vida de Enrique Fabián Arcos Sevilla, reportado como desaparecido desde el 30 de octubre de 2024 en Ambato, fue localizado por el sector de Panzaleo”.

Para el 2023, Ecuador se posicionó como el país con más homicidios de América Latina, de acuerdo a la organización InsightCrime; en la actualidad, el balance evidencia una media de 47,2 asesinatos por cada 100 mil habitantes en la nación; sin embargo, el presidente Daniel Noboa incrementó la lucha contra el crimen organizado y sus estructuras económicas.