El arzobispo Broglio. Conmutar las penas de muerte es respetar la vida humana

Por Deborah Castellano Lubov

El arzobispo Timothy Broglio ha hablado con Vatican Media sobre la reciente noticia de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha conmutado la pena de 37 de los 40 presos del corredor federal de la muerte por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El Arzobispo para los Servicios Militares, EE.UU., que ejerce como Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), señaló que la decisión del Presidente es coherente con los llamamientos del Papa Francisco del 8 de diciembre a reconsiderar su destino y responder con misericordia.

Durante el Ángelus de la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, el Santo Padre pidió a los fieles que «recen por los presos condenados a muerte en Estados Unidos. (...)

«Recemos -dijo- para que su pena sea conmutada, cambiada. Pensemos en estos hermanos y hermanas nuestros y pidamos al Señor la gracia de salvarlos de la muerte».

En previsión del inminente Jubileo, que el Santo Padre inaugura en Nochebuena con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, el Papa había escrito en la Bula de convocatoria del Año Jubilar, Spes Non Confundit, que espera pasos concretos como la condonación de la deuda externa a los países pobres y la abolición de la pena de muerte en todo el mundo.

Vatican News: Arzobispo Broglio, es evidente que la noticia de que el Presidente Biden conmutó hoy las penas de los presos condenados a muerte es una buena noticia. ¿Cuál es su reacción?

Arzobispo Broglio: Estoy muy, muy contento de que el Presidente Biden haya atendido la petición del Papa Francisco y de muchos, muchos otros para hacer este gesto, que demuestra respeto por la vida humana, al tiempo que reconoce que estos individuos tienen una responsabilidad con la sociedad, pero que no se les debe quitar la vida. Por esta razón, estoy muy agradecido por la acción del Presidente, y es ciertamente una manera muy apropiada para él de terminar su presidencia».

Q. ¿Qué pueden hacer los católicos estadounidenses para promover la dignidad humana? Todavía hay muchos condenados a muerte. ¿Qué se puede hacer para abolir la pena de muerte?

Bueno, creo que tenemos que seguir defendiendo la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Creo que es algo por lo que debemos alzar la voz. Ciertamente, nadie patrocina la actividad criminal, pero queremos decir que tenemos sistemas que pueden proteger a la sociedad. Y, por tanto, debemos actuar para acabar con algo que a menudo es bárbaro, que es el asesinato de criminales. Por lo tanto, creo que ahora lo hacemos a nivel estatal y esperamos que podamos tener el mismo efecto que han tenido los llamamientos a nivel federal.

Q. Ciertamente, esto parece significativo en el contexto del  Jubileo que comienza el 24 de diciembre,  inaugurado por el Papa Francisco aquí en el Vaticano. 

Es un momento muy oportuno. El tema del año jubilar es la esperanza y, por lo tanto, siempre abrigamos la esperanza de una sociedad mejor, una sociedad que refleje mejor el gran don de amor de Cristo al mundo, que celebramos en Navidad y en Pascua. Por lo tanto, es significativo que coincidan estos dos acontecimientos.

Muchas gracias, Arzobispo, por su tiempo.