Cáritas Colombiana y Campaña Colombiana Contra Minas: 58.000 personas beneficiadas
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
Es necesario multiplicar acciones que generen comportamientos seguros en las comunidades a fin de evitar nuevos accidentes por minas antipersonales, garantizar la dignidad de los sobrevivientes y de sus familias: lo dijo el Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana, Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, en el marco del proyecto acción integral contra minas antipersonal, desde un enfoque comunitario en los departamentos de Caquetá y Nariño, que desde julio de 2016, ha beneficiado ya a 58.995 personas.
Se trata de un proyecto en alianza con la Campaña Colombiana Contra Minas, que abarca 60 comunidades en 12 municipios de Nariño (Policarpa, Tumaco, Barbacoas, Santacruz, Los Andes, Cumbitara, La Llanada, Samaniego) y en Caquetá (La Montañita, San José del Fragua, El Paujil, San Vicente del Caguán, Puerto Rico), y consiste en reducir el riesgo por accidentes en las comunidades que han sido afectadas, y brindar acompañamiento integral a sobrevivientes y familiares.
Son tres los ejes estratégicos de la acción integral contra minas antipersonas: la educación en el riesgo de minas antipersonal, en el que se da prioridad a las comunidades que tiene mayor vulnerabilidad a los artefactos explosivos improvisados, con formación en primeros auxilios, manejo de extintores y rutas de evacuación. La atención integral a las víctimas, y la gestión territorial, que comprende, entre otras cosas, la formación de líderes comunitarios, la garantía de no repetición y el desminado humanitario.
La CCCM (Campaña Colombiana Contra Minas) es una organización sin ánimo de lucro creada en 1997 como una iniciativa ciudadana. Está integrada por organizaciones de la sociedad civil y trabaja de la mano de instituciones, organizaciones nacionales y locales, además de varias asociaciones departamentales de sobrevivientes, y tiene como misión contribuir a la reducción de los efectos sociales, económicos y culturales de las armas y artefactos explosivos, regulados o prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), usados para herir, mutilar o matar.
(Con información de la Pastoral Social Cáritas Colombiana y de la CCCM)
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