Conflicto en Siria: cada día muere una media de 37 civiles
Ciudad del Vaticano
En el séptimo aniversario del conflicto que asola a Siria, la Organización internacional Save The Children lanza el nuevo informe "Voces de las zonas de peligro", acompañado por una llamativa app que lleva como nombre "La guerra no es un juego", y tiene como fin explicar al público la experiencia de cómo se vive un bombardeo en la propia casa, animándolos a que se planteen qué harían para protegerse si sus ciudades fueran atacadas.
Según los datos publicados, desde la segunda mitad del año 2017, mueren al menos 37 civiles cada día debido a las armas explosivas. Desde principios de 2018 hasta mediados de febrero, sólo en la zona oriental de Ghouta, han muerto más de 600 personas y más de 2000 resultaron heridas.
Carencia de médicos y medicinas
En la misma área, más de 60 escuelas han sido destruidas o dañadas por los bombardeos. Cada dos días, una ambulancia es atacada y cada tres, un trabajador de salud resulta herido o asesinado. Sólo en febrero, 24 instalaciones de salud se vieron afectadas por las bombas que continúan causando destrozos en la zona oriental de Ghouta, generando la interrupción de los servicios sanitarios básicos destinados a la atención médica de miles de personas, incluidas muchas mujeres embarazadas y pacientes en estado grave que necesitan ser operados de urgencia.
Más de dos millones de personas, la mitad de las cuales son niños, continúan viviendo en zonas aisladas y asediadas, sin la posibilidad de recibir ayuda humanitaria, donde constantemente se prohibe el acceso a los contenedores que transportan alimentos y medicinas.
Crece el número de niños desnutridos
El informe revela también que el número de niños desnutridos continúa creciendo, mientras que los pocos médicos que quedan en el país se ven obligados a operar en condiciones extremadamente difíciles, reutilizando vendajes en más pacientes, porque no queda nada de material descartable.
Asimismo, los obstáculos existentes a la hora de suministrar la ayuda humanitaria también resultan alarmantes: más de dos millones de personas que viven en áreas de conflicto de difícil acceso, no han recibido ningún tipo de cargamento con encomiendas de supervivencia durante el año 2017.
Sistema educativo estancado
Por otra parte, los continuos ataques a las escuelas durante estos años de guerra han afectado de manera grave al sistema educativo, interrumpiendo el aprendizaje de una entera generación de niños, según informa Save The Children, a través de los análisis realizados en 1.178 aumnos (558 niños y 620 niñas), de edades comprendidas entre los 5 y los 11 en la Siria noroccidental.
Los resultados demuestran cómo el nivel de conocimiento y de instrucción de los niños sirios está bajando considerablemente: más de un tercio de los estudiantes de entre 9 y 11 años, ha mostrado una capacidad de lectura árabe inferior a la que se esperaría, por ejemplo, de un niño de cinco o seis años.
El 7 % no era ni siquiera capaz de reconocer las letras del abecedario.
Se trata, sin duda, de una lamentable situación que afectará al futuro desarrollo de una nación, que desde hace siete años ha visto derrumbarse ante sus ojos, las estructuras económicas y sociales más sólidas del país, forjadas con el esfuerzo y el empeño de las generaciones precedentes y que ahora, a causa de la guerra, no ve más que un horizonte negro.
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