Red Clamor: Migrar no es un delito. Llamamiento al Congreso de los EE.UU
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
“Migrar no es un delito”, por eso la Red Clamor ha publicado un documento que sigue a los últimos acontecimientos en la frontera entre México y EE.UU, tras, en primer lugar, la separación de más de dos mil menores de sus progenitores en el giro de pocas semanas, pasando por la polémica internacional debido a la sensibilización de la opinión pública ante las fotografías de los niños detenidos en jaulas metálicas, y de audios con los llantos de los pequeños, esto acompañado de la contraposición de la primera dama de EE.UU a la actuación de esta ley, hasta la marcha atrás del Presidente Donald Trump, este miércoles 20, con la firma de una orden ejecutiva que evita la separación de las familias en la frontera, pero no las acusaciones criminales para las personas que deciden migrar de sus países de origen, debido a las condiciones de empobrecimiento y violencia que allí viven.
Un decreto que, se reitera, si bien evita la separación de las familias en arribo, a las que se seguirá deteniendo y levantando cargos penales por inmigración ilegal, no se aplica – al momento - a las familias que ya han sido separadas, cuyos niños, hasta próximo aviso, seguirán en el programa de menores no acompañados.
El Presidente Trump, que continúa con su política de tolerancia cero ha solicitado, por otra parte, una modificación del Acuerdo de Flores de 1997, que establece que los menores detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante 20 días.
Por eso, - tal como informó EFE-, el Departamento de Justicia planea pedir a una corte federal de California que modifique el llamado "acuerdo Flores" para que el Gobierno de Trump pueda "mantener juntas a las familias durante todo el proceso" judicial relativo a los cargos criminales o el procedimiento de deportación, según el decreto.
Las organizaciones miembros de la Red Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas, CLAMOR, han manifestado su preocupación “ante las graves violaciones a la dignidad y los derechos humanos que ocurrieron en los últimos días como consecuencia de la decisión de la administración del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, de separar a los niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes de sus padres y procesar penalmente a quienes ingresen a ese país de manera irregular”.
“El llanto de centenares de niños y niñas separados de sus padres y encarcelados en jaulas inhumanas en la frontera sur de Estados Unidos es un clamor que ha subido al cielo, exigiendo justicia”, han escrito, denunciando la “fragante violación del derecho de toda familia a permanecer unida y los graves atentados contra la estabilidad psico-afectiva de los niños, niñas y adolescentes”.
Una denuncia que encuentra su fundamento en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores Migratorios y sus familias: en efecto la Red y las organizaciones firmantes reiteran que son “las condiciones de empobrecimiento y violencia a las que son sometidas las familias latinoamericanas y caribeñas en sus países de origen” las que les obligan a migrar buscando un futuro mejor, motivo por el cual “deben ser acogidas, abriendo caminos y oportunidades para que con su trabajo y su riqueza cultural puedan también aportar al desarrollo de la nación que les recibe”.
“Migrar – escriben - no es un delito, por lo cual rechazamos las detenciones arbitrarias y la reclusión en cárceles disfrazadas de centros migratorios, mucho más cuando se trata de niños, niñas y adolescentes”.
El llamamiento al Congreso de los Estados Unidos
Así consideran "un paso importante la firma por parte del Presidente Donald Trump de una orden ejecutiva para evitar la separación de las familias en la frontera” y realizan un llamado al Congreso de los Estados Unidos “para aprobar una ley que garantice que las familias de los migrantes, sin importar su condición legal, puedan permanecer unidas”.
“Es impostergable buscar alternativas a las detenciones y deportaciones masivas, desde una perspectiva humanitaria. Oramos para que el Señor cambie corazones de piedra por corazones que sepan amar a los migrantes, especialmente a los niños, niñas y adolescentes”, concluyen.
Por la Red CLAMOR firman el documento Mons. Gustavo Rodriguez Vega, Arzobispo de Yucatán y Presidente del DEJUSOL CELAM; Mons José Luis Azuaje, Presidente del SELACC y la Hna Mercedes Casas Presidenta de la CLAR.
El documento está suscrito además por el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, la Conferencia Latinoamericana de Religiosos y Religiosas CLAR, el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de CARITAS, los Departamentos y secciones de Movilidad Humana de las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe, las Caritas nacionales de América Latina y El Caribe, el Instituto Chileno de Migración INCAMI y el Instituto de Migración y Derechos Humanos de Brasil. También por el SIMN, el Servicio Jesuita para Refugiados, el Servicio Jesuita a Migrantes, la Red Un Grito por la Vida, la Red Kawsay, la Red Tamar, las Hermanas Scalabrinianas, la Misión Scalabriniana de Ecuador, los Padres Scalabrinianos, los Padres Salesianos, la Orden de La Merced, las Hermanas del Buen Pastor, las Hermanas Adoratrices y las de San Juan Evangelista; las Casas del Migrante de México, el IMDOSOC, y el CAFEMIN.
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