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CAL: Mesa redonda sobre pluralismo religioso y cultural en América Latina

La Embajada Argentina ante la Santa Sede, en el marco de la Presidencia Argentina del MERCOSUR, y la Pontificia Comisión para América Latina organizaron una Mesa redonda sobre el tema: “Pluralismo religioso y cultural en América Latina: retos y oportunidades”, que tuvo lugar la tarde del 28 de mayo en el Aula Magna de la CAL

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano

Con la finalidad de reflexionar y deliberar sobre los retos y oportunidades que plantea el pluralismo religioso y cultural para la Iglesia Católica y para los Estados latinoamericanos, se realizó ayer en la sede de la CAL, es decir de la Pontificia Comisión para América Latina, la Mesa redonda titulada “Pluralismo religioso y cultural en América Latina: retos y oportunidades”.

Al respecto cabe destacar que ya en su Discurso a los miembros del Pontificio Colegio Pío Latinoamericano de Roma , del 15 de noviembre de 2018, el Papa Francisco se había referido a la fragmentación cultural, la polarización del entramado social y la pérdida de raíces que se está viviendo en Latinoamérica haciendo referencia también a los "modelos culturales que poco o nada tienen que ver con nuestra historia e identidad y que, lejos de mestizarse en nuevas síntesis como en el pasado, terminan desarraigando a nuestras culturas de sus más ricas y autóctonas tradiciones".

Reflexionar sobre los retos asegurando un diálogo auténtico

De ahí que el objetivo de este evento haya sido, además de reflexionar sobre estos retos, compartir las buenas prácticas que se estén llevando a cabo para asegurar un diálogo auténtico, el fortalecimiento de las identidades y la promoción de la interacción religiosa resaltando los elementos aglutinadores propios de la cultura latinoamericana como la fe cristiana y el respeto a la libertad religiosa.

Tras las palabras introductorias del Embajador argentino, Rogelio Pfirter, y de la alocución del Profesor Guzmán Miguel Carriquiry Lecour , siguieron una serie de intervenciones de diversos embajadores y representantes de embajadas latinoamericanas acreditadas ante la Santa Sede, profundizando sobre las realidades propias de sus países y de lo común que les permite mirar hacia adelante. El Profesor Carriquiry comenzó refiriéndose al MERCOSUR que, en su opinión, necesita ser repensado, reestructurado y relanzado, a fin de lograr “una mayor integración con la Alianza para el Pacífico, México y América Central y una razonable y beneficiosa apertura y cooperación con los más diversos mercados del mundo entero”. A fin de ir forjando – añadió – lo que el Santo Padre Francisco llamó “una Patria Grande en gestación” en su Discurso, precisamente, a un grupo de la Pontificia Comisión para América Latina, a quienes recibió en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, el pasado 4 de marzo.

“Necesitamos grandes consensos nacionales y populares en pos del bien común para poder encaminarnos hacia un futuro de esperanza”

La cultura del encuentro y el mestizaje

Entre otras consideraciones y tras aludir a los dos fenómenos contemporáneos que cuentan con fuertes influjos en el desarrollo de un mayor pluralismo cultural en América Latina, como lo son las migraciones religiosas, por una parte, y la globalización, por la otra, el Profesor Carriquiry también se refirió a dos planteamientos típicos del pontificado de Francisco tales como: la cultura del encuentro y el mestizaje. Y concluyó preguntándose si en América Latina seremos capaces de afrontar los problemas y desafíos que se nos presentan polarizados, divididos, fragmentados y sin rumbos ciertos. De donde dedujo que “por cierto, necesitamos grandes consensos nacionales y populares en pos del bien común para poder encaminarnos hacia un futuro de esperanza”.

Por su parte el Embajador de Argentina se refirió al caso de su país hablando de la larga historia de integración, aunque en una sociedad predominantemente católica que ocupa el 29° puesto en el mundo en cuanto a mayoría católica, con la mayor comunidad judía en América Latina y séptima en el mundo, por ejemplo; además de otras pertenencias religiosas, incluso  no monoteístas, si bien con un “acelerado crecimiento de Iglesias evangélicas y pentecostales”. Lo que, en suma, deriva en una convivencia pacífica de una población que es como un crisol de razas y donde la libertad religiosa es un derecho establecido.

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29 mayo 2019, 16:19