Grecia: Una niña muere en un incendio en el campo de refugiados de Lesbos

Ciudad del Vaticano

“Una tragedia evitable de la cual la Unión Europea (UE) debe sentir todo el peso de la responsabilidad”, lo dijo el Padre Camillo Ripamonti, Presidente del Centro Astalli, el Servicio de los jesuitas italianos para los refugiados, al expresar su profundo dolor y pésame por la muerte de una niña de seis años a causa de un incendio que se produjo en el campo de migrantes y refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos. "Permanecer indiferente mientras miles de migrantes viven en Europa en condiciones inhumanas – añadió el Padre Ripamonti – es inaceptable y profundamente injusto, así como una grave violación de los principios fundamentales de nuestra civilización. Solidaridad y responsabilidad compartida entre los Estados miembros salvaría la vida de personas inocentes, incluidos muchos niños, de manera sostenible para todos, sin que ello suponga una carga para un solo país, en este difícil momento para los gobiernos y toda la comunidad internacional".

Según el Centro Astalli, para resolver una situación que durante mucho tiempo ha sido una vergüenza para toda Europa, se necesita la evacuación, redistribución inmediata de los migrantes de Grecia y la interrupción de los acuerdos con Turquía.

Según los bomberos, las llamas han sembrado miedo y pánico entre las personas que viven en el campo de refugiados, pero no se tiene información sobre las causas que han provocado el incendio. En una nota, Médicos sin Fronteras (MSF) recuerda que este incendio se produce a solo dos meses "del que estalló en el campamento de Kara Tepe y a cinco meses de otro que había azotado a Moria en septiembre de 2019". "Las autoridades europeas y griegas, que siguen deteniendo a las personas en condiciones tan inhumanas – continúa MSF – son responsables de la repetición de estos terribles episodios”.