Año Martirial. Diócesis de Chalatenango recuerda la masacre del Sumpul
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Los obispos salvadoreños declararon el año 2020 “Año Martirial”. Uno de los objetivos es mantener la memoria de los mártires de la guerra civil que duró doce años y dejó un aproximado de 80 mil muertos y un país destruido. A pesar de que la paz se firmó en enero de 1992, no se han dado pasos serios para buscar la reconciliación nacional. La llamada masacre del Sumpul está bien presente en el recuerdo de la Iglesia del departamento de Chalatenango y en el de sus pobladores.
La diócesis de Chalatenango ha celebrado esta fecha desde hace muchos años. El obispo, los sacerdotes y cientos de laicos caminan durante varias horas para llegar a Las Aradas, el caserío donde ocurrió la masacre. Allí todos unen sus voces para repetir otra vez: “Nunca más”. “En este país de impunidad y olvido, las Iglesias y los pobres son los llamados a mantener el recuerdo de aquellos seres humanos valiosos, que huían de la brutalidad de los gobiernos militares. Eran gente pacífica, civiles y buscaron ser recibidos en un país hermano, Honduras, hacia donde huyeron. Allí, sólo encontraron solidaridad entre los pobres campesinos que los acogieron y entre un clero valiente que se enfrentó al silencio”, afirmó el padre José María Tojeira. Los militares hondureños, hicieron de su país el lugar de no-refugio, condenando a la población que huía, a la muerte.
Monseñor Oswaldo Escobar, obispo de la Diócesis celebrará este día, a las diez de la mañana, una misa para recordar a los cientos de personas que fueron asesinadas. Será transmitida por radio y redes sociales debido a la pandemia del Covid-19.
El padre Miguel Vásquez SJ. relata a Vatican News el significado profundo de este hecho, así como propone a la sociedad salvadoreña enfrentar los desafíos que plantean estas prácticas inhumanas: ¿Qué hacer para que el corazón humano tome conciencia que somos hijos de Dios, que somos hermanos y que no se vale que unos por el dinero y el poder sometan a otros, como lo hacen los ricos del país? Hay que orar al señor por la conversión de ellos”.
Julio Rivera Guardado, sobreviviente de la masacre, de 48 años de edad nos cuenta sus vivencias de este trágico momento de su vida: “Vivo en Nueva trinidad, parroquia San Bartolomé. Durante la guerra asesinaron a mi mamá, tíos y primos. Solo sobrevivimos mi papá y yo. Soy sobreviviente de la masacre del Sumpul. Ese hecho horrendo ocurrido el 14 de mayo de 1980, donde más de 600 niños, ancianos, mujeres, toda población indefensa fueron brutalmente masacrados. Fue un día en el que la Fuerza Armada de El Salvador realizó esta masacre con lujo de barbarie”.
Los miembros de la familia Menjívar Córdova, comparten con nuestra audiencia esta canción preparada para el 40 aniversario.
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