La diócesis de Baruipur fue duramente golpeada por el ciclón Amphan
Anna Poce - Ciudad del Vaticano
Según datos del gobierno, más de un millón de casas se han derrumbado en India, a causa del paso del ciclón Amphan. Cien mil hectáreas de cultivos se han perdido y casi un millón de ganado ha muerto como resultado de la tempestad. A esto se suma la tragedia de las muertes humanas: 86 personas, hasta el momento.
"Esta es sólo una estimación inicial, las pérdidas podrían ser muchas más", dijo el Padre Parimal Kanji, director de obras sociales de la Diócesis de Baruipur, Bengala Occidental, que abarca el distrito South 24 Parganas, la zona más afectada del estado, a UCA News. "Nuestro pueblo prácticamente lo ha perdido todo", explicó el sacerdote. "El ciclón destruyó las casas, las cosechas y el ganado de la población de al menos 24 parroquias. Sus iglesias también fueron dañadas. Estos feligreses - añadió - son pobres y se ganan la vida principalmente con la pesca, la agricultura, la recolección de miel y otros productos del bosque.
El gobierno de Bengala Occidental dijo que el ciclón afectó a 13 millones de personas en nueve distritos del Estado, subdivididos en 23 distritos con una población de 90 millones. Por lo tanto, el Padre Kanji apeló a todos los indios a ser generosos para ayudar a las víctimas a volver a la normalidad. La Iglesia Católica, a través de Catholic Relief Service y Caritas India, ya está trabajando con las diócesis locales para proporcionar ayuda inmediata a las víctimas del ciclón. "Hemos empezado a distribuir alimentos a por lo menos 2.000 personas en zonas vulnerables", declaró el P. Franklin Menezes, director de servicios sociales de la archidiócesis de Calcuta, con sede en la capital del estado. "Muchas personas en la ciudad tienen hambre y sed porque no hay agua potable. Las inundaciones han contaminado los pozos abiertos y otras fuentes de agua" y la falta de electricidad ha hecho imposible bombear agua de los pozos.
Muchas iglesias, conventos y otras instituciones católicas de Calcuta han sufrido grandes pérdidas y la diócesis está tratando de reunir alimentos para distribuirlos a todos los que los necesitan. "Queremos llegar a alimentar - dijo el Padre Menezes - al menos a 10.000 personas". Pero antes de que podamos volver a la normalidad, llevará tiempo - concluyó el sacerdote - dada la dificultad para el gobierno y la Iglesia, debido a los caminos bloqueados por los árboles arrancados por la furia del ciclón, para llegar a los pueblos del interior.
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