Fortalecernos y dar fuerza a los demás. Cuidar en tiempos difíciles
Ciudad del Vaticano
A través de los diferentes momentos de nuestra historia, se nos relata como la humanidad ha vivido diferentes experiencias que han marcado al mundo. Hemos tenido momentos difíciles, o lo que comúnmente llamamos crisis, pero cuando las asumimos, se convierten en experiencias fuertes de aprendizaje que nos dejan grandes lecciones para recargar baterías y continuar nuestro recorrido por la vida.
Actuar desde lo humano
Nuestro caminar, no solo en este tiempo, nos exige ser cuidadosos con la manera en que asumimos nuestra historia, en cada momento, de tal manera que logremos posicionarnos desde lo individual y en lo colectivo, ayudando con nuestro actuar a generar las transformaciones sociales necesarias, desde una actitud evangélica como la que hemos aprendido los seguidores de Jesús de Nazaret, que no es otra cosa que, actuar desde lo humano, que es lo más cristiano.
Lo anterior quiere decir que, lo humano y lo cristiano se entrecruzaron desde Galilea y Nazaret, para enseñarnos, con José y María, la clave para entender la crisis, desde lo que somos, para transformar, no solo nuestras vidas, sino también las de los demás. ¿Quién iba a creer que, desde un establo, con frío, con olor a estiércol, estos dos personajes ayudarían a entender y transformar el tiempo en el que estaban viviendo, anteponiéndose a las estructuras sociales del mundo romano? No lo hicieron con violencia, como lo planteaba el medio, lo hicieron con obediencia, humildad y decisión. Cuidaron ese ser que desde el vientre fue fecundo y, a nivel terrenal, lo envolvieron con lo que tenían.
No se necesita poder ni armas
No esperemos a tener grandes fortunas para cuidar lo que tenemos, desde lo que somos podemos ayudar a transformar las estructuras sociales en las que vivimos. Hoy, como ayer, no es con violencia, ni con armas químicas o biológicas, como lo plantean muchos gobiernos de esta época que estamos viviendo. Es con caridad humana, como lo hicieron los reyes magos, según el relato bíblico de la estrella de oriente, que no fueron apáticos y desde los diferentes puntos cardinales entendieron, que no necesitamos detener la tierra para la conservación de las especies.
Recodemos, con lo que tenemos podemos ser cuidadosos y aprender de la crisis, para transformar nuestro camino y el de los demás. Es esto lo que algunos autores exponen como el cuidado de sí y de los otros, lo que implica, en palabras de Baden Powell “dejar el mundo en mejores condiciones, de como lo hemos encontrado”. Esta es una actitud humana, evangélica y universal que, desde cualquier cultura, estamos llamados a cultivar para valorar, desde lo que somos, y transformar este pedacito de tierra que Dios nos ha regalado y que hoy llamamos Colombia. Fue esto lo que, desde la sabiduría del Oriente, los Reyes magos, nos enseñaron a comprender, la universalidad de la vida en cualquier espacio de nuestro planeta.
Wilmar Ocampo, docente, con experiencia en las áreas deprimidas de la ciudad de Bogotá
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