Copérnico, Mendel y Teresa de Lisieux, entre los grandes celebrados por la Unesco
Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
Un matemático y astrónomo que derribó las antiguas certezas de que la tierra era el centro del universo y llevó al mundo a la modernidad. Un teólogo y poeta que llegó a ser santo, autor en el siglo I de algunos poemas religiosos y también de uno sobre la historia de su Armenia. Un biólogo que identificó uno de los "big bang" de la vida humana -los mecanismos de la genética- y una joven "científica del amor", una monja de clausura cuya alma fascinó a generaciones no sólo de creyentes. Nicolás Copérnico, Nerses el "Gracioso", Gregor Mendel y Teresa de Lisieux: cuatro personalidades que, de diferentes maneras, marcaron una época y contribuyeron universalmente al bien de la humanidad y que, en conjunto, son la expresión de un "genio" cristiano, simbolizado en los cuatro por el hábito religioso que llevaban: un sacerdote, un obispo, un monje agustino y una monja carmelita.
Aniversarios en 2022 y 2023
Son ellos, junto con otras 60 personalidades, los que la UNESCO ha elegido para celebrar en el bienio 2022-2023, según un programa de larga duración que pretende honrar a personas de todas las naciones que hayan representado la excelencia en los campos de la paz, la educación, la ciencia, las ciencias sociales y la comunicación. La decisión es pública, aunque formalmente será validada por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre. En 2022 se recordará a Mendel por el 200 aniversario de su nacimiento, mientras que en 2023 los actos se centrarán en el 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa, el 550 aniversario del nacimiento de Copérnico y el 850 aniversario de la muerte de Nerses el Grande. Sus nombres, al igual que los de las demás personalidades, son propuestos por las naciones de nacimiento de las figuras individuales y, por tanto, en el caso de los cuatro religiosos, Polonia, la República Checa, Armenia y Francia.
Una fe madura produce cultura
"El genio del cristianismo es dar a luz a personalidades capaces de trabajar en todo tipo de campos", dijo el arzobispo Francesco Follo, observador permanente de la Santa Sede ante la UNESCO, a los medios de comunicación del Vaticano al comentar la decisión de la agencia de la ONU. Y a Vatican News el representante papal destacó el peso que la dimensión religiosa está asumiendo progresivamente en el debate cultural que caracteriza las sesiones de la UNESCO. "Algo interesante en el debate que siguió a la definición de estos aniversarios -un debate centrado en el tema de la educación para la tolerancia- es que algunos países han empezado a decir: pero ¿por qué hablamos sólo de cultura y educación sin hablar nunca de una educación espiritual y religiosa?". El cristianismo, reitera el prelado, "ha dado forma a Europa" y al fin y al cabo "San Juan Pablo II decía que una fe que no se convierte en cultura no es una fe madura".
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