España. Escultor Ruiz Montes: en cada obra intento buscar la verdad, Dios nos ama
Renato Martinez - Ciudad del Vaticano
“Padre, ayúdame para que estas manos puedan plasmarte a través de la madera, del barro, del lápiz o la pintura; poder plasmarte lo más justamente posible y que esos lazos de mensaje, de conexión, sean verdaderos y se hagan una verdad plástica en la tierra”, es lo que José María Ruiz Montes, escultor español, pide cada vez que le encargan realizar una obra, cada vez que pone el don artístico que ha recibido al servicio del arte sacro, como es el caso de su último tallado, el “Santísimo Cristo de la Vera Cruz”, realizado para la Cofradía de la Vera Cruz de Almogía (Málaga), España.
En Vatican News, dialogamos con el joven escultor español sobre el origen de su vocación artística, y como a través de ella busca acercar el misterio de Dios a la vida diaria de los creyentes a través de sus tallados. “Para José María Ruiz Montes, el nacimiento de su vocación artística empezó desde pequeño. En una inclinación por coger los lápices y el papel hasta que se va formando a través del estudio. Ese germen – precisa el escultor – puedo decir que, el precedente familiar es mi madre, porque siempre la he visto con las manos manchadas de barro como acostumbro decir”.
¿Cuál es la relación que hay entre tu vida, entre lo que vives en tu familia y en tu comunidad con las obras que realizas? ¿Cómo se refleja eso en las esculturas que realizas?
R.- Vivo en la ciudad de Málaga, en España y ahí hay una cierta tradición, una creencia en la tradición religiosa y en el mundo de la Semana Santa, de las Cofradías. Hay una tradición que no se ha perdido hasta hoy y esa vivencia, esa experiencia que he vivido de pequeño, de ir con mi madre a la iglesia y a Misa, de ver lo que veía en la calle procesional, en el templo, siempre me ha dado como una inclinación, una atracción, como un imán. Al ver esas imágenes piadosas tenían algo que me atraían. Lógicamente eso ha plantado el germen, la semilla para poder inclinarme al mundo artístico de la estética, de la belleza, pero, sobre todo, en este caso mezclarlo con la religiosidad.
¿Cuáles son las características de las obras que realizas? ¿Cómo las podemos reconocer, cómo se diferencian de otras esculturas?
R.- La formación, como hemos comentado antes, se viene haciendo desde pequeño hasta la formación académica. Lógicamente seguimos creciendo, es un oficio en el que no hay tope, donde no se puede decir aquí lo he aprendido todo y es esto lo que ofrezco, sino es cada encargo, cada trabajo que se va convirtiendo en un motivo de seguir creciendo y aprendiendo. Como yo digo, la anterior sirve de base a la posterior, es decir, cada obra que se va haciendo es un momento, una oportunidad, de seguir investigando en ello técnicamente y también espiritualmente. La producción que hago es 95 % de obra sacra, por lo tanto, hay mucho fondo espiritual, mucho fondo teológico, donde siempre yo estoy abierto en aprender, en empaparme de la teología, de la espiritualidad y de la técnica escultórica. Entonces, es tan enriquecedor que a fin de cuentas va creciendo la persona, también con el oficio y la persona y el espíritu y la grandeza que uno va cogiendo a través de los años indudablemente en crecimiento, en alza.
¿Cuál es la relación entre la oración y la escultura, se puede decir que, esculpir es orar?
R.- Evidentemente, durante el trabajo que se esta llevando acabo, empieza un trabajo, una obra nueva, desde los primeros trazos, desde la búsqueda del boceto, de la idea, de esa inspiración que se busca constantemente, desde ahí se empieza a interiorizar, a orar, a decir: “Padre, ayúdame para que estas manos puedan plasmarte a través de la madera, del barro, del lápiz o la pintura, poder plasmarte lo más justamente posible y que esos lazos de mensaje, de conexión, sean verdaderos y se hagan una verdad plástica en la tierra”. Me parece tan bonito que, cuando Dios te regala ese don, o esa gracia para poder conectarte con Él, poder compartirlo con los demás y que los demás puedan decir: “Jesús existe, Dios existe”.
¿Cuál de tus obras consideras que tiene mayor realce? ¿Cuál consideras que es la más importante que has realizado?
R.- Como digo normalmente, no la más importante sino la mejor, con la que se siente uno más satisfecho es la última. La última ha sido una obra para la Provincia de Málaga que es el “Santísimo Cristo de la Vera Cruz”, para la Cofradía de la Vera Cruz de Almogía (Málaga) y esa es la obra que tengo más reciente, la qué es el resultado de todas las obras anteriores que la preceden. Luego hay muchas obras punteras que han llevado, digamos, un trabajo muy arduo de años, como todo el Conjunto Escultórico del Trono de la Redención en Málaga. También tengo algunos monumentos civiles en obras profanas, pero el Cristo de la Misericordia, por ejemplo, que está en la ciudad de Málaga. Una de las obras últimas que termine que es el Cristo del Perdón que está en la ciudad de Puerto Llano, en España. La verdad que cada una ha aportado, digamos, un momento en concreto de la vida personal y lógicamente cada una va sumando para poder llevar a cabo la última que está por realizar. En concreto, ahora me encuentro realizando una que es muy importante que es el Cristo de la Humildad y Paciencia para la ciudad de Málaga. La verdad que con cada obra y en esta obra se deja todo lo que uno quiere plasmar espiritualmente y lo máximo en las terminaciones, los detalles, en la técnica para poder intentar llegar al espectador.
¿Qué es lo que buscas transmitir a los espectadores en tus obras?
R.- Mi mensaje está plasmado en las obras, no con las palabras, sino que se paren a verla, a observarla, si tienen la oportunidad de ver una obra en directo, lógicamente es un mensaje para poder verla y apreciarla en vivo y en directo. En esa obra lo que intento buscar es que Dios nos ama, Dios existe e intentar toda la verdad en esa obra escultórica, a fin de cuenta eso es el amor, que debemos de tener entre nosotros y la fraternidad que debe de existir, debe de permanecer y vencer todos los conflictos, todos los conflictos personales, y mundiales de lo que existe. Por eso siempre plantar una semilla de que cada uno siente lo que tiene que sentir con la obra que se observa, pero intentaré solo que sea una semilla buena y positiva para poder sentir paz y saber que Dios se sacrificó por nosotros por amor.
José María Ruiz Montes
Nace en Málaga, el 8 de junio de 1981. Casado y padre de tres hijos, ha vivido toda su infancia en el barrio de Ciudad Jardín, donde cursó sus estudios de infantil y primaria en el colegio Alegría de la Huerta. Hijo de padres malagueños, está vinculado desde pequeño al mundo de las cofradías. En concreto, a través de su madre desarrolla una gran devoción a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, titular de la Archicofradía de Pasión, de la que es hermano. En el año 2003 abre su propio taller en el barrio de su infancia (Ciudad Jardín) donde culmina su primer encargo, Santa María de la Natividad para la Parroquia Natividad del Señor.
Algunas de las obras más destacadas de José María Ruiz Montes son:
– Santa María de la Natividad, Málaga, España.
– Santísimo Cristo de la Caridad, titular de la hermandad del Cristo Yacente de Fuengirola.
– Dulce Nombre de María, para la Parroquia del Dulce Nombre, de la barriada de Los Prados, en Málaga.
– Santa Mujer Verónica, para el retablo del Nazareno, Cartagena, España.
– Sibilas para las esquinas del trono de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, de la Cofradía de Estudiantes, Málaga.
– Imaginería para la Hermandad de la Humillación, de Salobreña (Granada), cuya pieza del San Juan Bautista fue premiada en el año 2009 por el doctor en Historia, Juan Antonio Sánchez López.
– Conjunto para el trono del Cristo de la Caridad, Fuengirola.
– Crucificado del Consuelo para la Capilla del Buen Samaritano.
– Heráldica de la Hermandad de las Penas, de Málaga, para la fachada del Oratorio de Santa María Reina.
– Cristo atado a la columna, adquirida en 2010 por la Hermandad de la Flagelación de Torrevieja (Alicante) y que fue premiada en 2014 por el historiador conservador del patrimonio de la Junta de Andalucía, José Luis Romero Torres.
– Conjunto Escultórico del trono de la Redención, de la Archicofradía de los Dolores de San Juan.
– Ángel Custodio-Sacramental para el Nazareno de Viñeros de Málaga, que recibió el Premio Strena Artis en el año 2014.
– Cristo de la Misericordia, para la Iglesia de San Miguel de Miramar Málaga. Obra premiada como mejor creación sacra de España por ‘La Hornacina’
– Catafalco para el misterio de la Sagrada Mortaja, de la hermandad del Monte Calvario, de Málaga.
– Imaginería para los ciriales de la Hermandad del Santo Sepulcro, de Málaga, que recibió el Premio Strena Artis en el año 2015.
– Dolorosa del Buen Camino para la Capilla del Colegio Virgen Inmaculada, de Gamarra (Málaga).
– Cristo del Perdón para Puertollano, España.
– Ejecución de las nuevas manos para la antigua Imagen de los Dolores de Servitas.
– Monumento en bronce al almirante malagueño Augusto Miranda y Godoy para la localidad malagueña de Archidona.
– Busto del filósofo español Jorge Ruiz de Santayana para la embajada de España ante la Santa Sede, en Roma.
– Busto del rey de España Felipe VI para la embajada de España ante la Santa Sede, en Roma.
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