Bloqueada la caravana de migrantes de Honduras hacia EEUU
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
Cientos de hondureños y nicaragüenses han salido de la ciudad hondureña de San Pedro Sula para marchar hacia la frontera con Guatemala, hacia Estados Unidos. Es la primera caravana de migrantes que se forma en Centroamérica este año. La última caravana que pasó por San Pedro Sula salió hace un año por estas fechas y contaba con unas 7.000 personas.
Esperanza de un futuro mejor
Hombres, mujeres y niños se reunieron, el pasado sábado, al amanecer en un aparcamiento de la ciudad para partir a pie hacia la "tierra prometida" de Estados Unidos, con la esperanza de encontrar un futuro mejor para sus vidas. Algunos salieron de sus moradas incluso antes de que saliera el sol. Llevando sus escasas pertenencias en mochilas o bolsas, se dirigen a las montañas que los separan de Corinto, una pequeña ciudad hondureña en la frontera con Guatemala. Un viaje muy duro y exigente de unos dos mil kilómetros, que afrontan para ofrecer a sus familias más garantías respecto a una situación del país que perciben como demasiado difícil. También hay venezolanos y haitianos. Algunos incluso han cruzado el océano desde África.
Un viaje largo y difícil
Intentan huir de la violencia de los narcotraficantes y las bandas, de las catástrofes climáticas, de las inundaciones o sequías que han destruido sus vidas, o simplemente de la miseria. Los que no tenían la documentación adecuada o la prueba de un test Covid negativo fueron rechazados inmediatamente, señaló un fotógrafo de la AFP. Las autoridades guatemaltecas calculan que unas 150 personas indocumentadas consiguieron entrar en el país cruzando la frontera fuera de los pasos autorizados. Una vez en Guatemala, fueron detenidos por cientos de soldados que, utilizando bastones y gases lacrimógenos, les obligaron a cruzar la frontera al otro lado. Hubo algunos incidentes en los que 14 hondureños (diez adultos y cuatro niños) fueron devueltos a su país por no someterse a los controles migratorios exigidos, mientras que el resto de la caravana se disolvió en pequeños grupos que siguen intentando avanzar hacia México. Las autoridades guatemaltecas llevan tiempo endureciendo las condiciones de tránsito de los migrantes, en parte por las complicaciones relacionadas con la pandemia de Covid-19.
La ayuda de EE.UU. intenta frenar la migración
El presidente de Estados Unidos, Biden, respaldó las propuestas de ayuda de 7.000 millones de dólares a Guatemala, El Salvador y Honduras con la esperanza de que la mejora de las condiciones económicas frenara la migración. A finales del año pasado, el gobierno estadounidense reactivó una política de inmigración que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México sus audiencias. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó la reactivación del programa estadounidense y dijo que no devolvería temporalmente a los migrantes a sus países de origen por razones humanitarias. El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador señaló que Washington ha atendido sus preocupaciones humanitarias interviniendo con más recursos para albergues y organizaciones internacionales, protección de grupos vulnerables, condiciones de seguridad local, así como vacunas y medidas contra el cólera 19 para los migrantes.
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