La nueva vida de los huérfanos ucranianos en Italia
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
Los miró y los acarició, uno por uno, en la mejilla, y luego se fotografió con ellos, para que "tuvieran memoria del momento", sin olvidar decirles que "Cristo ha resucitado". Los once huérfanos ucranianos, de entre 7 y 17 años, que se reunieron con el Papa en la audiencia del pasado miércoles, se encuentran en Italia, tras haber huido de la guerra y de Ivano-Frankivs'k, en el oeste de Ucrania, y ahora viven en Cattolica, en Emilia Romagna. Les acompañaba el padre Volodymyr Medvid, párroco de la comunidad greco-católica de Cattolica y responsable de Cáritas de la Iglesia greco-católica ucraniana: "Fue un momento muy importante para mí – dijo a Vatican News – en la Plaza de San Pedro me sentí acogido como cristiano y como ucraniano”.
La vida en Cattolica
La iglesia parroquial de los Santos Apolinar y Pío V, en Cattolica, acoge a estos chicos, que llegaron traumatizados por la huida y por tener que dejar su país, un país al que la vida ya había arrebatado el amor de sus padres. “Cuando llegaron – prosigue el sacerdote – me costó mucho hacerlos entrar en este mundo. Son muy diferentes entre sí, incluso por su edad, y no formaban un grupo. Fue difícil hacerles entender nuestro amor. Al cabo de dos meses conseguí convertirme, y doy gracias al Señor por ello, en su padre espiritual, como siempre digo, que ama a sus hijos". Porque el tiempo ayuda, transformando la tristeza de sus rostros en una sonrisa, anulada también por la acogida de toda la comunidad de Cattolica que “les abrió su corazón, donando tiempo, dinero, y haciéndoles comprender que son preciosos".
Dos meses después de su llegada, estos niños han empezado a salir, a comunicarse, a hablar e incluso a jugar. Están en las escuelas y, si vuelven a casa, lo harán trayendo consigo una experiencia diferente y muy bonita.
Cristianos en la misma barca
Dentro de un mes se cumplirá un año desde que el padre Volodymyr Medvid fue nombrado director de Cáritas, que desde el principio ha intervenido en apoyo de los afectados por la guerra en Ucrania. "Cáritas, junto con nuestros sacerdotes en Italia y sus comunidades, ha hecho colectas de ayuda humanitaria, que luego fue enviada a Ucrania. Enviamos muchos camiones con medicinas, ropa, alimentos, bebidas y también dinero”, dice y añade:
El don del amor y de la solidaridad
Se hizo todo lo posible por estos niños, para que tuvieran una vida digna, un hogar, para que no les faltara nada. “Estoy muy contento – concluyó el sacerdote – porque he visto gestos concretos, no sólo palabras, sino caridad real y concreta en la práctica. Por lo tanto, la palabra que estamos sembrando en el corazón de los cristianos ha dado sus primeros frutos, porque la gente viene a preguntar ‘¿qué podemos hacer por estos niños que están necesitados?’. Como cristiano, como sacerdote, como ucraniano y como director de Cáritas de nuestra Iglesia en Italia, doy las gracias a todos los italianos por este don, por este amor, por esta solidaridad, por esta ayuda, por este apoyo y por este hermoso acompañamiento".
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