Etiopía: Esperanza de paz duradera en el futuro del Tigray
Gabriele Rogani – Vatican News
Una tragedia que durante más de un año se ha cobrado decenas de miles de vidas, que se suman a los aproximadamente dos millones de civiles obligados a huir de sus hogares. Se trata de la guerra que estalló en noviembre del 2020 entre el ejército de Adís Abeba y los milicianos independentistas del Frente de Liberación Popular del Tigray.
Dos años de guerra y conflicto, que el acuerdo del pasado noviembre pretendía remediar: restablecimiento del orden público y de los servicios, así como suministros humanitarios y protección de la población civil. El objetivo principal es el fin del conflicto, perseguido mediante un programa de desarme gradual.
El calendario de aplicación de las cláusulas
Para lograr un avance positivo y finalmente pacífico, es esencial respetar las cláusulas contenidas en el acuerdo, alcanzado el pasado noviembre en Pretoria, entre las dos partes implicadas. De hecho, la legislación se ha respetado, pero más lentamente de lo esperado, según el experto en África Luciano Ardesi en una entrevista a Radio Vaticano - Vatican News.
Lo que asusta no son las cláusulas del acuerdo, que sobre el papel representa un verdadero avance, sino más bien cómo se aplicará y si se aplicará. Las premisas son las de una paz duradera, esperando que ésta no se vea perturbada por las numerosas tensiones regionales.
“Etiopía es un mosaico de 80 grupos étnicos, y está claro que en cualquier momento puede estallar una nueva chispa de violencia, cuyas perspectivas y resultados son muy impredecibles", explica además Ardesi.
La cuestión de la ayuda humanitaria sigue vigente
Hacia mediados de enero, tanto la ONU como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtieron de una catástrofe humanitaria en curso en el Tigray, con referencia a las últimas reservas de recursos como cereales y legumbres.
"La ayuda humanitaria llega con dificultad, también teniendo en cuenta que la guerra ha provocado una serie de crisis dramáticas de proporciones indecibles", concluye Ardesi.
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