Bangladés, incendio en el campamento de Cox's Bazar: 12 mil rohingya sin hogar
Marco Guerra - Vatican News
Más de 12.000 refugiados musulmanes rohingya se quedaron sin hogar después de que un incendio arrasara el domingo el campo de refugiados de Cox's Bazar, en el sureste de Bangladés. Así lo informó Naciones Unidas.
Las difíciles condiciones de Cox's Bazar
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) explica en una nota que el fuego destruyó más de 2.000 refugios y más de 90 instalaciones, incluidos hospitales y centros de aprendizaje. Más de un millón de refugiados rohingya viven en campamentos en Cox's Bazar, la mayoría de los cuales huyeron de la represión liderada por los militares en Myanmar en 2017. El aumento de la delincuencia, las difíciles condiciones de vida y las escasas perspectivas de regresar al país están provocando que cada vez más refugiados abandonen Bangladesh en dirección a países como Malasia e Indonesia en barco, poniendo en peligro sus vidas. La ONU calcula que 348 rohingya murieron en el mar solo el año pasado.
Se necesitan viviendas más seguras
Bangladés está investigando la causa del incendio, declaró el Comisario de Ayuda a los Refugiados y Repatriación, Mohammad Mizanur Rahman. "Una vez que se reciba el informe, quedará claro si fue un acto de sabotaje o no", añadió. Mientras tanto, Amnistía Internacional ha pedido al gobierno de Bangladés que proporcione viviendas más seguras a los refugiados. A menudo se producen incendios en el abarrotado campamento con sus estructuras improvisadas. Las llamas de marzo de 2021 mataron al menos a quince refugiados y destruyeron más de 10.000 viviendas.
Esfuerzos de Save the Children
El incendio también afectó a algunas estructuras instaladas por la organización humanitaria Save The Children. Los equipos de la organización están evaluando la situación y están preparados para responder con alojamientos de emergencia, educación, sanidad y servicios esenciales en coordinación con otras organizaciones humanitarias. "Hace sólo unos días, el Programa Mundial de Alimentos anunció que se había visto obligado a recortar la ayuda alimentaria debido a la escasez de fondos. Este devastador incendio es otra tragedia para el pueblo rohingya, que ya lleva años soportando penurias indecibles. Muchas familias se han visto privadas de su seguridad y de las pocas pertenencias que les quedaban", explicó Onno van Manen, director nacional de Save the Children en Bangladés. Los niños varados en los campos de Cox's Bazar se enfrentan a un futuro sombrío", añadió van Manen. "Después de casi seis años, siguen luchando contra una educación inadecuada, la desnutrición, el retraso en el crecimiento, el matrimonio precoz y el trabajo infantil. A pesar de los incesantes esfuerzos de la comunidad humanitaria, un campo de refugiados no es lugar para que un niño crezca".
Ungaro (Save the Children): un millón de rohingya en un limbo
"Los incendios ocurren con frecuencia en Cox's Bazar, estamos hablando de una realidad tan grande como una ciudad, en el campo viven cerca de un millón de rohingya. Las casas están hechas de plástico, madera, barro y dentro de estas estructuras improvisadas la gente vive en espacios reducidos, por lo que es fácil que un incendio se propague rápidamente", explica a Vatican News Filippo Ungaro, portavoz de Save the Children Italia. Muchas de las estructuras de la ONG han quedado destruidas y siempre son los niños los que salen perdiendo". Ungaro, que ha visitado el campo en años anteriores, se centra en las condiciones de los refugiados que viven allí: "He visto con mis propios ojos que la situación es grave desde todos los puntos de vista. La gente depende totalmente de las organizaciones humanitarias, se hacen colas para conseguir comida y agua, las condiciones sanitarias son muy malas, a menudo se propagan epidemias y los niños están expuestos a todo tipo de riesgos: explotación, abusos sexuales y muchos ni siquiera van a la escuela. Se mantiene a la gente en un limbo sin margen de futuro, no pueden volver a su patria y no pueden ir a otro país".
Refugiados sin futuro
Es precisamente la imposibilidad de abandonar el campo para labrarse un futuro lo que impide cualquier salida a los refugiados rohingya. Ungaro habla de una condición de "destino suspendido" que no ve ninguna perspectiva de solución al alcance de la mano. "Hay personas que nacieron, crecieron e incluso murieron en Cox's Bazar, por lo que algunas de ellas intentan escapar en embarcaciones improvisadas", subraya el portavoz de Save the Children Italia. Según Ungaro, otro problema es la difícil integración dentro de Bangladés. Los rohingya ni siquiera pueden intentar rehacer sus vidas en el país de acogida.
Recorte de los fondos alimentarios
Por último, de cara a la reunión de donantes de esta semana en Ginebra, la portavoz de Save the Children eleva la petición de más fondos para la asistencia. "Recientemente ha habido un recorte en la ayuda financiera para la compra de alimentos, por lo que las entregas del Programa Mundial de Alimentos han disminuido", continúa explicando Ungaro, "esto supone un duro golpe para los que ayudan sobre el terreno y para los que necesitan ser ayudados". Este recorte también se sintió en Cox's Bazar, que depende completamente de la ayuda humanitaria. "En general, estamos asistiendo a la infrafinanciación de muchas crisis internacionales porque los donantes se han centrado en otras emergencias, como Ucrania", concluye Ungaro. "Recortar la ayuda a Cox's Bazar significa poner en riesgo la vida de miles de personas".
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