Haití: La ONU vota por la intervención de la fuerza internacional
Paola Simonetti y Marco Guerra – Ciudad del Vaticano
Será Kenia quien lidere la fuerza internacional que deberá intentar restablecer la tregua en la atormentada tierra de Haití. Así lo decidió Estados Unidos, a petición del propio país caribeño, que presentó una resolución en ese sentido al Consejo de seguridad de la ONU.
Esta medida es indispensable para tratar de combatir la dramática ola de violencia producida por bandas armadas que ha desbordado ya la autoridad y la acción de la policía local.
La novedad de una fuerza multinacional
La adhesión de Kenia para dirigir la misión sienta un precedente crucial tras la negativa de Estados Unidos, la ONU y Canadá a asumir el liderazgo de la fuerza multinacional. Según la resolución de la ONU, la "misión multinacional de apoyo a la seguridad se establecerá por un período inicial de doce meses", con una reevaluación al cabo de nueve meses.
El objetivo, subraya el documento, es "proporcionar apoyo operativo a la policía haitiana" en la lucha contra las bandas criminales, ayudar a proteger escuelas, puertos, hospitales y aeropuertos, y "mejorar las condiciones de seguridad en Haití".
Esperanza para el gobierno haitiano
La decisión del Consejo de seguridad de la ONU de dar luz verde a una fuerza multinacional de apoyo a las autoridades locales haitianas representa "un destello de esperanza", declaró el ministro de Asuntos Exteriores del país caribeño, Jean Victor Geneus, "para el pueblo que lleva demasiado tiempo sufriendo las consecuencias de una difícil situación política, socioeconómica, de seguridad y humanitaria".
Rava: El pueblo pide seguridad
"La Misión internacional es una señal de que alguien se acuerda de Haití y de su necesidad de seguridad, pero uno se pregunta si el contingente keniano está preparado para hacer frente a una situación tan compleja y violenta", explica a Vatican News Francesca Maria Vittoria Rava, presidenta de la Fundación Rava, que gestiona el hospital pediátrico San Damián de Puerto Príncipe, donde cada año se atiende a unos 80.000 niños haitianos.
Rava informa sobre la perplejidad de la población, que teme que los soldados enviados bajo los auspicios de la ONU no tengan fuerza para entrar en los reductos donde operan las bandas criminales, y que sólo puedan elevar el nivel de enfrentamiento, un prejuicio que ha madurado sobre la base de los fracasos de anteriores misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en el país caribeño.
Delincuencia fuera de control
Por ello, la presidenta de la Fundación Rava subraya que la población espera "ayuda concreta para los civiles", muchos de los cuales están desplazados porque han sido "expulsados de sus hogares por los bandidos", y después "una intervención más enérgica para contrarrestar la criminalidad que está sembrando la muerte y el miedo".
Rava regresó hace unas semanas de una visita a Haití, donde percibió la ausencia total del Estado:
Las dramáticas condiciones de la infancia
En este entorno, el hospital San Damián es una isla de eficacia, dice Rava. El personal sanitario no va a casa por razones de seguridad y duerme en las instalaciones para garantizar la cobertura de los turnos. Recientemente nos hemos enfrentado a una ola de COVID – añadió – y luego está el problema del cólera y, sobre todo, el de los heridos de bala, algunos de ellos muy graves, algunos de los cuales tienen miedo incluso de ir al hospital".
Un capítulo aparte merece el drama de las condiciones de la infancia, también en este frente el testimonio de la presidenta Rava es muy duro:
Por último, la presidenta Rava relata que los niños mueren por falta de alimentos y también son víctimas de secuestros, e informa de los esfuerzos del padre Rick – religioso pasionista al frente de la fundación N.P.H. que se ocupa de los niños de la calle – que, entre otras cosas, trabaja para liberar a estos menores que acaban capturados por las bandas.
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