La pequeña Indi Gregory murió en el Reino Unido
Silvia Giovanrosa - Ciudad del Vaticano
Indi Gregory ha muerto esta noche, lunes 13 de noviembre. La pequeña inglesa, de sólo 8 meses, padecía desde su nacimiento una grave enfermedad que los médicos británicos calificaron de incurable. El Tribunal Superior de Londres había denegado a la pequeña la posibilidad de ser trasladada al hospital Bambino Gesù después de que el Gobierno de Roma le concediera la nacionalidad italiana el 6 de noviembre. El viernes 11 de noviembre, la niña había sido trasladada del Queen Medical Centre de Nottingham al hospicio, donde el personal médico desconectó las máquinas que la mantenían con vida. Después, tras extubarla, había superado una crisis por sí sola y volvía a respirar.
El dolor de los padres
"Mi hija ha muerto, mi vida se ha acabado", anunció el padre, Dean Gregory, a los medios de comunicación. Tras la muerte de la pequeña, "mi esposa Clare y yo estamos enfadados, desconsolados y avergonzados", declaró el progenitor. Y añadió: "El NHS y los tribunales no sólo le quitaron la oportunidad de vivir, sino que le quitaron la dignidad de morir en su propia casa. Consiguieron llevarse el cuerpo y la dignidad de Indi, pero nunca podrán llevarse su alma".
La cercanía del Papa
La historia de Indi ha conmovido al mundo y ha habido varias muestras de condolencia. Incluso el Papa Francisco, informó el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, en una nota el sábado, había "abrazado a la familia de la pequeña Indi Gregory, a su padre y a su madre, rezando por ellos y por ella, y dirigiendo su pensamiento a todos los niños que en estas mismas horas en todo el mundo viven con dolor o arriesgan su vida a causa de la enfermedad y de la guerra".
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