Asalto a una cárcel y toque de queda en Haití

Silvia Giovanrosa – Ciudad del Vaticano

En Haití continúan la violencia y los enfrentamientos protagonizados por bandas armadas que parecen controlar gran parte del país. En la noche del viernes 1 al sábado 2 de marzo, al menos una docena de personas murieron durante el asalto de bandas armadas a las dos prisiones de Puerto Príncipe, que provocó la fuga de unos 4.000 reclusos.

También fueron atacadas algunas comisarías de policía, donde murieron diez agentes. El líder de las bandas más influyentes del país, Jimmy Cherizier, declaró que "quería liberar el país con las armas y el pueblo" y encabezó una gran movilización antigubernamental.

Los motivos de las protestas

Desde hace mucho tiempo el país ha estado sumido en la violencia, debido a la actuación de bandas criminales que controlan importantes zonas de la capital y de las principales ciudades haitianas. Según la ONU, esta situación causó cerca de 5.000 muertes sólo en el 2023. Las protestas, en particular, se dirigen contra el primer ministro haitiano, Ariel Henry, a quien se acusa de no haber organizado las elecciones el año pasado como había prometido.

La oposición exige su dimisión, tal y como lo estipula el acuerdo firmado el 21 de diciembre del 2022. Las protestas se intensificaron tras la visita del primer ministro haitiano Ariel Henry a Kenia, de donde se espera que parta una misión de la ONU para restablecer la seguridad en el territorio.

La situación en Haití

La situación en Haití va a la deriva. Las bandas criminales controlan efectivamente el puerto, la capital y la frontera. La población vive constantemente en condiciones de extrema pobreza e inseguridad. El vacío legislativo en el país no sólo alimenta la continuación de la violencia, sino que no permite intervenir en favor de la población civil, que se ve obligada a vivir con el terror de los ataques criminales y en condiciones inhumanas, especialmente en materia de alimentación y de salud.

El pasado mes de octubre, el país se vio asolado por una nueva oleada de casos de cólera, y el fracaso de los servicios de limpieza provocó un nuevo rebrote de la epidemia. Para hacer frente al deterioro de la situación, el 2 de octubre del 2023, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una misión internacional de apoyo al gobierno haitiano, cuya llegada aún se espera.