Un año de guerra en Sudán, llamamiento de Cafod para ayudar a la población
Linda Bordoni - Ciudad del Vaticano
Un año después del estallido de la guerra en Sudán, el 15 de abril de 2023, Naciones Unidas informa de que hay al menos 12.000 civiles muertos -aunque se cree que el número real de víctimas mortales es mucho mayor- y al menos 8 millones de personas desplazadas. El conflicto entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR), de carácter paramilitar, ha sumido al país en el caos, con la mayor crisis de desplazados internos del mundo, una dramática emergencia humanitaria y acusaciones de crímenes de guerra y violación del derecho internacional. Cafod, la agencia de ayuda de la Iglesia católica de Inglaterra y Gales que trabaja con Cáritas Sudán, ha lanzado un enérgico llamamiento en un intento de evitar que la crisis humanitaria se convierta en la peor que se recuerda. Telley Sadia, representante de Cafod en Sudán, describe a Radio Vaticano - Vatican News la desgarradora realidad a la que se enfrentan los civiles en ese país, subrayando la urgente necesidad de atención y ayuda internacional.
Desde hace más de un año, Sudán está asolado por un conflicto que ha provocado, explica Sadia, el desplazamiento de millones de civiles, entre ellos mujeres, niños y ancianos, que han huido de sus hogares y de sus estados de origen, y que ahora se encuentran durmiendo a la intemperie o buscando refugio improvisado en espacios públicos abarrotados, en edificios abandonados como escuelas que ya no funcionan. «Algunos de ellos», añade Sadia, «viven en casas inacabadas, sin agua potable, en condiciones higiénicas precarias, lo que desencadena epidemias, especialmente de cólera, entre los niños pequeños que no tienen alimentos para mantenerse». «La violencia de género rampante añade trauma y desesperación a una situación ya de por sí desastrosa que ha visto cómo unos 8 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, de los cuales “6,5 millones son desplazados internos dentro de los 18 estados de Sudán, mientras que el resto se encuentra fuera de las fronteras, en los países vecinos”.
Indiferencia internacional
Sadia señala que esta crisis se desarrolla en medio de la aparente indiferencia de la comunidad internacional, hasta el punto de que en una declaración publicada por la red Cáritas, los obispos católicos de Sudán la calificaron de «crisis olvidada». La representante de Cafod precisa que, a pesar de que Naciones Unidas ha advertido de que nos enfrentamos a uno de los mayores desplazamientos de la historia, la atención y el apoyo sostenidos son escasos. Por ello, Sadia señala la necesidad de una acción inmediata por parte de la comunidad internacional, entre otras cosas porque, advierte, una inacción prolongada sólo servirá para agravar la crisis y prolongar el sufrimiento de millones de personas. "Yo no diría que es tarde o no es tarde - explica - porque cualquier iniciativa [de la comunidad internacional] es bienvenida en cualquier momento. Pero creo que se ha tardado demasiado en prestarle la atención que merece». La cuestión es, por tanto, que nunca se debería haber permitido que la situación llegara a donde está ahora.
Comercio de armas y codicia de poder
Uno de los factores de la crisis, coincide Sadia, es el lucrativo comercio de armas, que perpetúa la violencia y la inestabilidad y, como dice el Papa Francisco, aviva las llamas de la guerra. Sin embargo, opina que en el centro del conflicto sudanés están los intereses de individuos movidos por la codicia, el poder y el desprecio por el bienestar de sus conciudadanos.
La necesidad de un alto el fuego
Las negociaciones están estancadas, en punto muerto, lamenta, y ello a pesar de que hace unos meses el líder de la RSF viajó a varias naciones africanas para reunirse con las autoridades y hablar de un plan. De hecho, la iniciativa del general Hamedti parece haber sido contraproducente, ya que llevó al gobierno sudanés a retirarse de la IGAD, el bloque comercial africano de ocho países. "Y ahora - concluye Saida- los sudaneses están abandonados a su suerte en la búsqueda de una solución, y esto está causando muchos problemas. Es necesario entonces que, además de la ayuda material, se logre el fin de las hostilidades alcanzando un alto el fuego que permita a la gente vivir su vida habitual". Aunque las conversaciones de paz oficiales han fracasado, Sadia cree que puede haber conversaciones entre bastidores, lo que da un rayo de esperanza.
El llamamiento
Esperemos que la gente pueda volver a sus vidas en un futuro próximo, pero mientras tanto necesitan desesperadamente artículos de primera necesidad para sobrevivir. Por ello, CAFOD, junto con sus socios locales, lanza este llamamiento solicitando donaciones para proporcionar alimentos, atención sanitaria y dinero a los desplazados. También es una forma, como explica Sadia, de concienciar e instar a la acción en un momento en el que las encuestas muestran que muy poca gente es consciente de que Sudán está sufriendo la mayor crisis humanitaria del mundo. El momento de actuar, por tanto, es ahora. Con millones de vidas en la balanza, cada acto de generosidad aporta esperanza a quienes se enfrentan a dificultades inimaginables. La petición de ayuda de CAFOD es un llamamiento a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que se solidaricen con el pueblo sudanés en estos momentos de necesidad.
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