La Nunciatura en Camerún acoge una exposición sobre la paz
Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano
Una exposición fotográfica para educar a la paz: es la que acoge desde el 13 de julio la Nunciatura Apostólica en Yaundé (Camerún). Se titula "Plantar la paz". Curada por la narradora visual Emily Pinna, que vive en la capital camerunesa y trabaja en las regiones de África Central y Occidental, consultora para diversas organizaciones de las Naciones Unidas, así como para ONG, pequeñas y grandes empresas, la exposición presenta los resultados de un taller promovido en las escuelas dirigidas por los padres escolapios que persiguen una misión precisa en el país: sembrar semillas de paz, educación, compasión y progreso en el seno de las comunidades.
Por qué la exposición en la Nunciatura
El interesante motivo de la elección de la sede de la Nunciatura para la exposición nace de una convicción que el mismo mons. Bettencourt, Nuncio en Camerún y Guinea Ecuatorial, explica subrayando su papel de servicio. "La Nunciatura es una casa abierta donde la gente puede encontrarse, un puente entre católicos y musulmanes, protestantes y católicos, y entre líderes de la sociedad civil, académica y cultural, para crear un ambiente de paz y cooperación". "La Iglesia -afirma Emily Pinna, entrevistada en Yaundé por la periodista Liliane Mugombozi- tiene un papel neutral, no está ni de un lado ni de otro en este conflicto en curso en el país, y por ello está capacitada para proponer el mensaje universal de paz que el mundo necesita tan urgentemente".
El compromiso de los padres escolapios con la educación para la paz
Para la fotógrafa, es importante utilizar el poder de la imagen y la historia que cuenta para crear un vínculo entre un proyecto y la gente. Al evocar emociones como la empatía, el espectador se siente conectado a una historia y, por tanto, movido a comprometerse. "Las escuelas de los Padres Escolapios en Camerún", explica Pinna, "son también un lugar de acogida para niños cuyos padres han huido de zonas de conflicto armado, por lo tanto, un lugar privilegiado para poder plantar la semilla de la paz en el corazón de niños traumatizados por la violencia, reforzar su resiliencia y hacerles crecer en la conciencia del valor de la paz". Y recuerda que cuando vio su gran labor de construcción de la paz a través de la educación, se dijo a sí misma: "hay que hacer algo". De ahí la propuesta, aceptada por los Padres de la Escuela, de dar a conocer su compromiso a la comunidad nacional e internacional a través de una exposición fotográfica y la disposición del nuncio a acogerla permanentemente en "su" casa.
La "planta de la paz" en Camerún
La comisaria de la exposición habla de su deseo de trabajar también en otros proyectos de cohesión social para "plantar la paz". Mientras tanto, ha desarrollado un nuevo logotipo con la rama del árbol de la paz para esta campaña. "En Camerún", explica, "crece una planta llamada Planta de la Paz, que para la gente de aquí tiene un valor cultural, espiritual y simbólico, es una metáfora de la reconciliación y la unidad. Al plantar o exponer las 'Plantas de la Paz'", prosigue Emily Pinna, "la gente y las comunidades expresan su deseo de paz y entendimiento mutuo y su esperanza en un futuro libre de conflictos".
Fomentar el deseo de un futuro sin conflictos
El objetivo de la exposición es, por tanto, dar visibilidad y fuerza a esta aspiración. Al leer en las fotos con las caras de los niños lo que escriben sobre la paz, señala Pinna, uno se da cuenta del difícil contexto en el que viven. Así, por ejemplo: "La paz es despertarse por la mañana, ir a la escuela sin miedo". Y concluye: "Si no hacemos nada por estos niños que llevan siete años sin poder ir a la escuela, que no han conocido la paz, crecerá una generación perdida, llena de ira. Este es el peligro".
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