Roma, el "Passetto di Borgo" reabre al público
María Milvia Morciano - Ciudad del Vaticano
Quien camina hoy por Via dei Corridori se siente atraído por la hermosa luz dorada que toca las antiguas murallas a determinadas horas del día y seguramente no imaginará que ese mismo lugar de Roma fue escenario de dramáticos acontecimientos, donde los golpes metálicos de las lanzas y el ruido de espadas o el rugido de arcabuces y cañones. Aún menos podrán imaginar las voces apagadas y excitadas, los pasos rápidos que vienen desde arriba, en lo alto, detrás de las almenas, de quienes recorrieron ese pasaje para encontrar refugio en la fortaleza de Castel Sant'Angelo o los gemidos de quienes fueron conducidos en secreto a las cárceles del Castillo.
Un paseo evocador nuevamente abierto a los visitantes
Dos días después de la inauguración del Corredor Vasari en Florencia, le toca el turno a otro monumento muy particular con funciones similares, pero mucho más antiguo. A partir de hoy reabre regularmente al público el Passetto di Borgo, un pasaje de 800 m de largo en el tramo más largo de las murallas leoninas que se conserva, construido para conectar el Vaticano con el Castillo de Sant'Angelo. Este tramo de muralla ha escrito muchas páginas de historia, pero no siempre dramáticas. Bajo sus arcos han pasado y siguen pasando miles y miles de peregrinos a lo largo de los siglos, así como varias procesiones reales de camino a San Pedro.
Quizás pocos sepan o recuerden que el nombre de la calle, herencia de la jerga romana "er coridore", alude al "Corridoio di Borgo" que es el otro nombre del "Passetto di Borgo".
Signos incesantes del tiempo
Sin embargo, incluso el ciudadano o turista apresurado habrá notado seguramente cómo este muro tiene una textura diferente, incluso nerviosa: un palimpsesto de fases evidentes: costuras, reconstrucciones y finalmente escudos que recuerdan las diferentes intervenciones. Entre estas fases se encuentra la construcción del Passetto, probablemente encargado por el Papa Nicolás III en 1278, con motivo de la restauración de las murallas leoninas preexistentes. Otras hipótesis fechan el inicio de las obras, finalizadas por el antipapa Juan XXIII, en Bonifacio IX, entre 1389 y 1404. El tramo de muralla también fue restaurado por Nicolás V entre 1447 y 1455, por Sixto IV entre 1471 y 1484 y finalmente por Alejandro VI entre 1492 y 1503.
Necesidad de defensa
El Passetto también tenía una función estratégica, controlando los alrededores, era la ruta -a veces la última- de los condenados a duras prisiones en el Castillo, pero sobre todo constituía una vía de escape segura para los pontífices durante algunos episodios de gran peligro. . Seguramente fue el resultado de un trauma: dos veces, en 830 y 846, la invasión sarracena invadió y saqueó la basílica de San Pedro, así como la de San Pablo. De nada sirvió la enérgica defensa de la guarnición de soldados formada por francos, lombardos, sajones y frisones que fueron exterminados. El recinto sagrado del apóstol Pedro reveló toda su vulnerabilidad. El Papa León IV construyó así las murallas que llevan su nombre, Leonino, inmediatamente después del saqueo de las dos basílicas, entre 848 y 852. La Ciudad Leonina ahora podría garantizar una mayor protección.
Una ruta de escape
En 1494, el Passetto permitió al Papa Alejandro VI, nacido Rodrigo Borgia, refugiarse en Castello durante la invasión de Roma por las milicias de Carlos VIII de Francia.
En 1527, el Papa Clemente VII, nacido como Giulio de' Medici, también se refugió en la fortaleza, antiguo mausoleo de Adriano, por esta ruta secreta, durante el saqueo de Roma llevado a cabo por los landsknechts de Carlos V. Un episodio doloroso que costó la vida a muchos. parte de la población romana y el sacrificio de la Guardia Suiza.
Si el Passetto ha sido puesto nuevamente en funcionamiento para el Jubileo del 2000, a partir de hoy, día en que se inauguraron la nueva Piazza Pia y el paso subterráneo, pocos días después de la apertura de la Puerta Santa del Jubileo de 2025, será posible recorrerlo con una visita guiada.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí
