Su servicio es misión para cumplir con estilo de misericordia y rectitud: el Papa a la Policía
de María Cecilia Mutual
Un estilo de Misericordia en el cumplimiento del proprio deber: es cuanto pidió en Papa Francisco a los Directivos y el Personal de la Dirección Central de la Policía de Tránsito y Ferroviaria, a quienes recibió en audiencia en la mañana del 20 de noviembre.
Con palabras de reconocimiento el Pontífice se dirigió a los 100 representantes de este de Policía recordándoles que misericordia no significa debilidad, ni requiere la renuncia al uso de la fuerza: significa en cambio ser capaces de no identificar al culpable con el delito que ha cometido, terminando por crearle daño y sentido de desquite, y también – agregó el Papa – implica realizar el esfuerzo de comprender las exigencias y las razones de las personas que encuentran en el camino”.
El Obispo de Roma recordó que cada ciudadano debe sentirse agradecido por el trabajo que los representantes de esta fuerza del orden realizan en nombre del Estado y de la colectividad, que tiene como fin, la seguridad de quienes viajan por las calles y en los trenes, en un mundo “en donde los desplazamientos se multiplican, de tal manera que “una movilidad eficiente y segura se ha vuelto una exigencia primaria e imprescindible”.
Relevando la situación de la viabilidad actual que es ”siempre más compleja y tumultuosa”, el Papa evidenció “el escaso sentido de responsabilidad” de parte de tantos conductores “que parecen no darse cuenta de las consecuencias también graves de sus desatenciones”. Una situación de la cual el Papa explica la causa: la velocidad y competitividad asumida como estilo de vida que transforma a los demás conductores en obstáculos o adversarios para superar “convirtiendo las calles en pistas de fórmula uno”.
Francisco invitó entonces a una acción de sensibilización del sentido cívico ya sea en el sector vial que en aquel ferroviario, “que debería obtener todos los frutos posibles de la experiencia que ustedes hombres y mujeres de la Policía acumulan cada día en las calles y en las ferrovías, en el contacto directo con las personas y las problemáticas”.
Refiriéndose seguidamente al sector ferroviario como “un ámbito fundamental en la vida del país” el Papa constató que también éste necesita de “mantenimiento e inversiones estructurales, cuya insuficiencia procura cada día incomodidades a millones de viajeros”. Lo que encuentran cada día en las ferrovías es como un ‘microcosmos’ dentro del cual pasan las realidades más diversas a quienes “se ofrece seguridad, prevención y represión de los delitos”, agrega.
El Santo Padre recordó asimismo que en el ámbito de las ferrovías como en las calles, la acción de la Policía exige una elevada profesionalidad y especialización, pero evidenció que dicha profesionalidad no debe caracterizarse sólo por la elevada competencia sino también por una profundad rectitud que lleve a no aprovecharse jamás del poder del que disponen y de un alto grado de humanidad”. Y precisó:
“Vuestro servicio, a menudo no adecuadamente estimado, los pone en el corazón de la sociedad” les dijo finalmente Francisco, no dudando en definirlo “como una misión” que debe cumplirse “con honor y profundo sentido del deber, a servicio del hombre y del bien común”.
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