Misa del Papa en la solemnidad de la Epifanía del Señor
“La estrella de Jesús no ciega, no aturde, sino que invita suavemente. Podemos preguntarnos qué estrella seguimos en la vida. Hay estrellas deslumbrantes, que despiertan emociones fuertes, pero que no orientan en el camino. Esto es lo que sucede con el éxito, el dinero, la carrera, los honores, los placeres buscados como finalidad en la vida. Son meteoritos: brillan un momento, pero pronto se estrellan y su brillo se desvanece. Son estrellas fugaces que, en vez de orientar, despistan", lo dijo el Papa en su homilía en la misa de la solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que recordó los tres gestos con los que los Reyes Magos nos guían hacia Jesús.
"Ellos ven la estrella, caminan y ofrecen regalos", señaló el Pontífice haciendo hincapié en la importancia de que cada uno pueda verdaderamente encontrar al Niño: «descubriendo su ternura y su amor nos encontramos a nosotros mismos», concluyó.
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