Ángelus del Papa: llegar a Cristo y avanzar hacia la justicia y la paz
María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
“Hoy, fiesta de la Epifanía del Señor, el Evangelio (Cfr. Mt 2, 1-12) nos presenta tres actitudes con las cuales fue acogida la venida de Jesús y su manifestación al mundo: búsqueda atenta, indiferencia y miedo”. Con estas palabras el Papa Bergoglio comenzó su comentario antes de rezar a la Madre de Dios.
Al ejemplificar las tres actitudes, el Santo Padre dijo que los Magos no dudaron en ponerse en camino para buscar al Mesías. Búsqueda atenta que se contrapone – añadió – a la indiferencia de los sumos sacerdotes y de los escribas. Sí porque como dijo el Obispo de Roma, “ellos conocen las Escrituras y son capaces de dar la respuesta exacta sobre el lugar del nacimiento”, pero “no se toman la molestia” de encontrarlo. “Belén – añadió Francisco – está a pocos kilómetros, pero ellos no se mueven”.
A lo que agregó que más negativa aún es la actitud de Herodes, quien temía que aquel Niño le quitara el poder. Por eso les dice a los Magos que le informen cuando lo hayan encontrado… “En realidad – agregó el Papa – Herodes quiere saber dónde se encuentra el Niño no para adorarlo, sino para eliminarlo, porque lo considera un rival”.
De ahí que el Santo Padre haya afirmado que también nosotros debemos elegir una de estas tres actitudes: la búsqueda atenta, la indiferencia o el miedo.
Francisco dijo asimismo que el egoísmo humano puede inducir a considerar la venida del Señor como una amenaza para la propia vida, porque cuando se siguen “las ambiciones humanas, las perspectivas más cómodas o las inclinaciones hacia el mal, se advierte a Jesús como un obstáculo”.
Tras recordar que la tentación de la indiferencia está siempre presente, el Papa afirmó que “estamos llamados a seguir el ejemplo de los Magos: ser atentos en la búsqueda y estar dispuestos a tomarnos la molestia de encontrar a Jesús en nuestra vida”. Y, naturalmente, “buscarlo para adorarlo, para reconocer que Él es nuestro Señor, Aquel que indica el verdadero camino a seguir”. Y si tenemos esta actitud – agregó – “Jesús nos salva realmente”, y nosotros podremos vivir una vida bella, creciendo en la fe, en la esperanza y en la caridad hacia Dios y hacia nuestros hermanos.
Después de rezar la antífona mariana el Santo Padre recordó que algunas Iglesias orientales, católicas y ortodoxas, celebran en estos días la Navidad del Señor. Por esta razón les dirigió sus cordiales felicitaciones con el deseo de que “esta gozosa celebración sea fuente de nueva fuerza espiritual y de comunión entre todos los cristianos, que lo reconocen como Señor y Salvador”.
Además, Francisco destacó que en la Epifanía se celebra la Jornada Misionera de los más jóvenes, que este año invita a los chicos misioneros a hacer propia la mirada de Jesús, para que llegue a ser “la guía valiosa de su empeño de oración, fraternidad y participación con sus coetáneos más necesitados”.
Tras saludar a las familias, grupos parroquiales y asociaciones presentes, el Papa dirigió unas palabras a la manifestación histórico-folclórica que promueve los valores de la Epifanía y que este año ha sido dedicada al territorio de los Montes Prenestinos. De la misma manera recordó el desfile de los Magos que se lleva a cabo en numerosas ciudades polacas con gran participación de familias y asociaciones. Y concluyó deseando feliz fiesta y pidiendo que por favor, no se olviden de rezar por él.
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