Los detenidos de la cárcel Regina Coeli esperan al Papa
Ciudad del Vaticano
Ante los micrófonos de Radio Vaticano Italia, Don Vittorio Trani. La entrevista es de Stefano Leszczynski
El recuerdo con emoción de las entrañables visitas de San Juan XXIII y de San Juan Pablo II y la gran alegría de los detenidos que esperan al Papa Francisco:
«Siempre es algo extraordinario. En particular, además, los detenidos sienten una cercanía especial hacia este Papa, porque todos lo consideran como una figura extraordinaria. Por lo que lo esperaban – lo esperamos - verdaderamente con cariño. Y ahora el anuncio ha cargado el ambiente de alegría, satisfacción, por lo que representa».
La rotonda de la cárcel de Regina Coeli, es el lugar elegido para la celebración, que dará comienzo al Triduo Pascual 2018, la Santa Misa y el rito del lavatorio de los pies a doce detenidos. El Papa Francisco ya lo hizo también otras tres veces, en sus cinco años de pontificado: en Casal del Marmo, en Rebibbia y en Paliano.
Paternal cercanía a los detenidos
En el mismo penitenciario de Regina Coeli resonaron las palabras conmovedoras de otros pontífices, que quedan marcadas en la historia… Como cuando Juan XXIII contó que tenía un pariente que había tenido problemas con la justicia y el llanto de un detenido. Y cuando Juan Pablo II, visitando a los detenidos, evocó la libertad. El Papa Francisco habla de esperanza:
«Recuerdo que Juan Pablo II le dejó a los detenidos una frase que me quedó grabada a mí, pero sobre todo a ellos: «Queridos hijos, queridos hermanos, el tiempo de la cárcel es tiempo de Dios, como en otros lugares. Por lo tanto, no vivan «sometidos» esta realidad, sino levanten la cabeza y miren más allá y este tiempo puede ser tiempo de conversión, de oración, de recuperación de su propia dignidad. Recuerdo que Juan Pablo II hizo esta afirmación que me quedó grabada y quedó grabada en tantísimos.
Ahora, este Papa. Cuando nos recibió a los capellanes, nos dejó esta frase que hemos repetido en tantas ocasiones: «Recuerden, que cerrando la puerta de vuestra celda, sepan que allí adentro está Cristo con ustedes. Está con ustedes. Bellísima. Creo que este sentir del Papa, esta mirada del Papa hacia el detenido que tiene esta cercanía con Cristo, representa algo que perciben también los detenidos. Por lo que encontrar al Papa es una ocasión para decirle ‘gracias’ por este aliento que logra comunicar, porque no son sólo frases, sino que es una actitud de gran respeto para quien se encuentra viviendo esta experiencia».
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