Regina Coeli del Papa: encomendémonos a la Madre de la Misericordia
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“El Señor resucitado los llene de luz y de paz, y consuele a las comunidades que viven en situaciones particularmente difíciles”, lo dijo el Papa Francisco antes de rezar la oración mariana del Regina Coeli de este II Domingo de Pascua, Domingo de la Divina Misericordia en la Plaza de San Pedro.
Misioneros de la Misericordia: ¡Gracias por vuestro servicio!
Antes de la Bendición final y de la oración a nuestra Madre celestial, el Santo Padre agradeció a los fieles y peregrinos que participaron en esta celebración, en particular a los Misioneros de la Misericordia, congregados para este encuentro, a quienes agradeció por sus servicios.
Recordando que, del 8 al 11 de abril de 2018, se realizará el Segundo Encuentro con los Misioneros de la Misericordia con el Papa Francisco, organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Se esperan más de 550 Misioneros de la Misericordia, procedentes de los 5 continentes, para este 2º encuentro con el Santo Padre, dos años después de la institución de este Ministerio especial durante el Jubileo de la Misericordia.
¡Feliz Pascua! A las Iglesias Orientales
Asimismo, el Papa Francisco expresó sus cordiales saludos a nuestros hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que hoy, según el calendario juliano, celebran la Solemnidad de Pascua. “El Señor resucitado – dijo el Pontífice – los llene de luz y de paz, y consuele a las comunidades que viven en situaciones particularmente difíciles”.
Día Internacional del Pueblo Gitano
Además, el Santo Padre dirigió un saludo especial a los Gitanos y a los Sintis presentes en la Plaza de San Pedro, con ocasión de su Día Internacional, el “Romanò Dives”. “Deseo paz y hermandad a los miembros de estos antiguos pueblos – señaló el Pontífice – y auguro que la jornada hodierna favorezca la cultura del encuentro, con la voluntad de conocerse y respetarse recíprocamente. Es este el camino que lleva a una verdadera integración. Queridos Gitanos y Sintis, oren por mí y oremos juntos por vuestros hermanos refugiados sirios”.
Bajo el amparo de la Madre de la Misericordia
Antes de concluir su alocución, el Papa Francisco saludó a todos los demás peregrinos presentes en esta celebración, a los grupos parroquiales, a las familias, a las asociaciones; y a todos invitó a ponerse bajo el manto de María, Madre de la Misericordia.
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