Carta del Papa a los Obispos Chilenos tras los encuentros en el Vaticano
Ciudad del Vaticano
Después de tres días de coloquios en el Vaticano con los Obispos chilenos, convocados para discernir "la responsabilidad de todos y cada uno en esas heridas devastadoras" provocadas "por abusos de poder, sexuales y de conciencia", como también "el estudio de los cambios adecuados y duraderos que impidan la repetición de actos siempre reprobables”, el Obispo de Roma ha entregado una carta a cada uno de sus hermanos en el episcopado, "en la conclusión de este periodo de discernimiento y encuentro fraternal", tal informa el Director de la Oficina de Prensa ante la Santa Sede, Greg Burke.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado informando que "a las 18:40 de esta tarde ha concluido el último de los cuatro encuentros mantenidos por el Santo Padre con los 34 obispos chilenos en el auletta del Aula Paolo VI", publicando la carta que remitimos a continuación.
Carta del Santo Padre Francisco a los Sres. Obispos de Chile
Queridos hermanos en el episcopado,
Les quiero agradecer que hayan acogido la invitación para que, juntos, hiciéramos un discernimiento franco frente a los graves hechos que han dañado la comunión eclesial y debilitado el trabajo de la Iglesia de Chile en los últimos años.
A la luz de estos acontecimientos dolorosos respecto a los abusos -de menores, de poder y de conciencia-, hemos profundizado en la gravedad de los mismos así como en las trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas. A algunas de ellas yo mismo les he pedido perdón de corazón, al cual ustedes se han unido en una sola voluntad y con el firme propósito de reparar los daños causados.
Les agradezco la plena disponibilidad que cada uno ha manifestado para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar en el corto, mediano y largo plazo, necesarias para restablecer la justicia y la comunión eclesial.
Después de estos días de oración y reflexión los envío a seguir construyendo una Iglesia profética, que sabe poner en el centro lo importante: el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado.
Por favor, no se olviden de rezar por mí.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Fraternalmente
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