El Papa a los nuevos guardias suizos: "Encuentren a Jesús en sus servicios diarios"
Sofía Lobos-Ciudad del Vaticano
El viernes 4 de mayo, a mediodía, el Papa Francisco recibió en la Sala Clementina del Vaticano a los nuevos miembros de la guardia suiza que prestarán juramento y fidelidad al Sumo Pontífice el próximo domingo 6 de mayo.
Los jóvenes estaban acompañados por sus familiares así como por algunos de los superiores de este ejército, también conocido como “el más pequeño del mundo”.
Un servicio fundamentado en la fidelidad al Papa
El Santo Padre les dedicó unas palabras de gratitud y de aliento por prestar tal servicio de manera entregada y con gran entusiasmo, durante un cierto período de sus vidas, “llevando a cabo esta singular experiencia en la Universidad de la Iglesia”.
Asimismo, Francisco expresó su deseo de que este tiempo sirva para fortalecer, tanto su fe, como el sentido de pertenencia a la comunidad eclesial.
“La Guardia Suiza diariamente realiza un valioso servicio al Sucesor de Pedro, la Curia Romana y el Estado de la Ciudad del Vaticano”, continuó diciendo el Obispo de Roma, haciendo hincapié en que se trata de un trabajo que tiene sus raíces en la propia fidelidad al Papa, que alcanzó su máxima expresión de sacrificio por la seguridad del Pontífice, aquel 6 de mayo de 1527, cuando los jóvenes suizos, miembros de la guardia papal, entregaron sus vidas durante el "saqueo de Roma".
“El recuerdo de ese gesto heroico es una invitación constante a mantenerse presente y darse cuenta de las cualidades típicas de este cuerpo militar”, dijo Francisco: “vivir con coherencia la fe católica; perseverando en la amistad con Jesús y en el amor por la Iglesia; siendo feliz y diligente tanto en las cosas grandes como en las pequeñas y humildes tareas diarias; manteniendo vivo el coraje y paciencia, la generosidad y solidaridad con todos”.
Ser coherentes en la propia vida
"Porque estas son las virtudes, a las que están llamados a ejercer cuando prestan el servicio de honor y seguridad en el Vaticano, e igualmente en sus vidas cotidianas, cuando no llevan puesto el uniforme", añadió el Obispo de Roma, señalando que “un Guardia Suizo, de hecho, siempre se comporta como tal, esté o no esté prestando servicio”.
Por otra parte el Sucesor de Pedro, destacó la belleza que reside en el hecho de ver cómo un joven es capaz de mostrar su atención por los demás, estando siempre a disposición de todo aquel que lo necesite, ya que “no siempre es fácil presenciar esta actitud”, dijo el Papa, recordando que con la ayuda del Señor es posible y exhortando a los jóvenes suizos a “no cansarse de encontrarse con el Señor Jesús, en sus deberes cotidianos, en la oración comunitaria y personal, escuchando atentamente la Palabra de Dios y cultivando la participación ferviente en la Eucaristía”.
El sentido de su servicio es encontrarse con Cristo
“El secreto de la efectividad del trabajo de ustedes aquí en el Vaticano, así como en cada uno de sus proyectos personales es, de hecho, el encuentro constante con Cristo”, añadió el Pontífice, renovando una vez más su agradecimiento a todo el Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia y expresando su admiración por la disciplina, por el sentido eclesial, por la discreción y por el profesionalismo austero pero sereno con el que realizan su servicio todos los días.
Por último, el Santo Padre se despidió de ellos, encomendándolos a la protección de la Virgen María, a quien se venera de modo especial en el mes de mayo, y antes de impartir su bendición apostólica, les aseguró su apoyo y oración "para que puedan hacer crecer los dones de Dios a través de su misión", pidiendo asimismo, que recen por él: “ayúdenme a servir a la Iglesia también con sus oraciones”, concluyó.
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