Papa en la conclusión del Sínodo: es el momento de defender la Santa Madre Iglesia
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
Concluyeron los trabajos del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional: la sinodalidad de los obispos, la frescura de los jóvenes, la generosidad en las relaciones entre unos y otros, marcaron las más de tres semanas de convivialidad, escucha y respeto mutuo que llevaron finalmente, en la tarde de este 27 de octubre, a la lectura y la votación, punto por punto, del documento final que fue aprobado por el Pontífice.
Tras una jornada ardua de trabajos, llegó el momento de los saludos a la Asamblea del cardenal Louis Sarko, Presidente Delegado, y del Secretario General del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri. Seguidamente el Romano Pontífice tomó la palabra en un discurso nacido del corazón en el que remarcó tres cosas: que el sínodo no es un parlamento, sino un espacio protegido por el Espíritu Santo. Que el documento fruto del sínodo es “para nosotros”, dijo, remarcando que “somos los primeros destinatarios del documento”, para “estudiarlo, hacer oración con él, pedirle luces”. Y lo tercero que quiso destacar Francisco, fue en referencia a nuestra Santa Madre Iglesia: “Madre Santa con hijos pecadores”. “Es un momento difícil porque el acusador a través de nosotros ataca a la Madre y la Madre no se toca”, afirmó.
Gratitud del Papa
Un gracias a todos del Romano Pontífice al inicio de su discurso improvisado, en particular al cardenal Baldisseri, a mons. Fabene, los presidentes delegados, al relator, a los subsecretarios que "dije -recordó - que habían dejado la piel en el documento preparatorio, y ahora creo que dejan los huesos". También el agradecimiento a los expertos, a los auditores y a los jóvenes que "nos trajeron su música aquí en el aula: 'música' es la palabra diplomática para decir bullicio, ¡es así! ¡Gracias!", bromeó el Papa.
El Sínodo, espacio protegido por el Espíritu Santo
El Santo Padre quiso hablar sobre cosas que estaban en su corazón, y en ese sentido reiteró que "el Sínodo no es un parlamento", sino es "un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar". "Por eso - explicó - las informaciones que se dan son generales". "Esto ha sido un espacio protegido: no olvidemos esto, fue el Espíritu Santo quien trabajo aquí", recordó.
El Documento final es en primer lugar "para nosotros"
Como segundo punto Francisco destacó que el Documento final "debe trabajar en nosotros". "El Espíritu nos da a nosotros el documento para que trabaje en nuestro corazón. Somos nosotros los destinatarios del documento, no la gente de fuera. Que este documento trabaje, hacer oración con el documento, estudiarlo, pedir luz". "Sí, ayudará a muchos otros, pero los primeros destinatarios somos nosotros, es decir, el Espíritu Santo hizo todo esto, y esto vuelve a nosotros: no lo olviden por favor", pidió.
Defendamos a nuestra Santa Madre Iglesia
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