El Papa visita a sorpresa la periferia sur de Roma
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
Este viernes 7 de diciembre, el Santo Padre ha querido retomar el compromiso pastoral del Viernes de la Misericordia. Así lo informa en un comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ilustrando el recorrido realizado por el Pontífice.
El Papa salió las 15.30 horas de Casa Santa Marta acompañado de S.E. Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y esta vez visitó dos realidades en el extremo sur de los suburbios de Roma.
CasAmica Onlus
La primera visita lo llevó a la CasAmica Onlus en la zona de Trigoria, una estructura que acoge a personas enfermas que deben recibir atención hospitalaria continua, acompañadas por sus familiares. Se trata de personas que atraviesan graves dificultades económicas y que no disponen de recursos suficientes para mantener su sustento primario cotidiano. Los huéspedes de la estructura son en su mayoría italianos y provienen de las regiones del sur, obligados a trasladarse a los principales centros de salud de Roma para recibir tratamiento, además estaban presentes algunas familias del norte de África y de Europa del Este. Las estructuras hospitalarias que atienden a los huéspedes de la Asociación, que padecen enfermedades muy graves, como tumores o leucemia, son el Campus Biomédico, el Instituto Nacional de Tumores Regina Elena y el Hospital Pediátrico Bambino Gesù. El servicio que se ofrece en estos centros pone de relieve el fenómeno de las "migraciones por motivos de salud", a lo que se añade la carga de incomodidades y la pobreza que ello conlleva.
El Papa llamó a la puerta y fue recibido por el personal de servicio, que quedó sorprendido por la inesperada visita. A su llegada, algunos pacientes se encontraban en la gran cocina y algunos niños en la sala de juegos. El Santo Padre se detuvo a jugar y a bromear con ellos, luego intercambió algunas palabras de consuelo con los padres que lo recibieron con gran afecto, escuchando con mucha atención sus sufrimientos. Luego el Papa Francisco - acompañado por la Presidenta de la Asociación CasAmica Onlus, Dra. Lucia Cagnacci Vedani - escuchó la historia de Aquiles y Andrei, dos niños de 13 y 11 años de edad que sufren de enfermedad oncológica grave, huéspedes en la institución con sus padres, aquella de Sandra y Plamen de Bulgaria y la de Arwa que viene de Marruecos, niños de 3 a 5 años de edad con enfermedades hematológicas; y, por último, al Sr. Orazio da Montalto di Castro, al Sr. Giuseppe da Cosenza y a la Sra. Giosina da Acireale, acompañados de sus respectivos cónyuges, que también padecen graves enfermedades oncológicas.
Antes de saludarlos, el Santo Padre dejó un pergamino en memoria del encuentro y entregó algunos regalos para las familias.
El Puente y el Árbol
Posteriormente, el Papa se dirigió a la comunidad de rehabilitación terapéutica "Il Ponte e l'Albero" (El Puente y el árbol) - se lee comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede -, situada en uno de los "puentes" del barrio Laurentino 38, una zona muy difícil de la periferia sur de Roma. Los huéspedes de la estructura son doce jóvenes con problemas mentales, que han experimentado condiciones familiares que no han hecho posibles mejorías en su situación.
El Papa, a pie, subió dos escalones del "puente", llegó hasta donde estaban los muchachos, sorprendiéndolos en medio de una de sus actividades. Con esta visita, el Papa Francisco ha realizado el deseo de estos jóvenes, que hace meses le habían escrito una carta en la que le hablaban de sus dificultades cotidianas causadas por sus dificultades mentales, así como de su voluntad y sus esfuerzos para continuar en el camino del tratamiento junto a los médicos y agentes, esperando una visita del Pontífice.
Luego, se sentó con ellos, los escuchó y los animó, respondiendo a sus preguntas. Mientras tanto, también han llegado a la comunidad algunos padres que han abrazado al Papa con gran emoción, agradeciéndole este gesto de cercanía.
El Papa Francisco escuchó al Dr. Paolo Stievano, Director Psicólogo de la institución, quien le explicó la gran angustia de estos chicos y cómo la estructura sanitaria del Departamento de Salud Mental de la "ASL Roma 2" logra proveer ayuda a las familias.
El Papa dejó un gran pan dulce de 10 kg como regalo para las próximas fiestas navideñas. Y al final de la visita, el Santo Padre regresó al Vaticano.
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