El Papa: “Las drogas, una herida en nuestra sociedad, una esclavitud química”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“La Iglesia, junto con las instituciones civiles, nacionales e internacionales y los diversos organismos educativos, está activamente comprometida en todo el mundo en la lucha contra la propagación de las adicciones, movilizando sus energías en proyectos de prevención, tratamiento, rehabilitación y reinserción para devolver la dignidad a quienes han sido privados de ella”, lo dijo el Papa Francisco a los participantes en la Conferencia Internacional “Drogas y adicciones: un obstáculo para el desarrollo humano integral”, a quienes recibió en audiencia este sábado, 1 de diciembre, en la Sala Clementina del Vaticano.
El preocupante fenómeno de la droga
En su discurso a los participantes en este Evento organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Santo Padre recordó que, en estos días han afrontado temas y problemáticas relacionadas con el preocupante fenómeno de la droga y las viejas y nuevas adicciones que obstaculizan el desarrollo humano integral. “Toda la comunidad en su conjunto – afirmó el Pontífice – es interpelada por las actuales dinámicas socioculturales y formas patológicas derivadas de un clima cultural secularizado, marcado por el capitalismo de consumo, la autosuficiencia, la pérdida de valores, el vacío existencial, la precariedad de los vínculos y las relaciones. Las drogas, como ya se ha señalado en varias ocasiones – puntualizó el Papa – son una herida en nuestra sociedad, que atrapa a muchas personas en sus redes. Son víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podemos llamar química”.
Drogas, vieja y nueva forma de esclavitud
El Papa Francisco recordando que, el consumo de drogas causa daños muy graves a la salud, a la vida humana y a la sociedad, dijo que todos estamos llamados a combatir la producción, el procesamiento y la distribución de drogas en el mundo. “Es deber y tarea de los gobiernos afrontar valientemente esta lucha contra los traficantes de muerte. El espacio virtual se está convirtiendo en un espacio cada vez más arriesgado – puntualizó el Pontífice – en algunos sitios de Internet, los jóvenes, y no sólo ellos, son atraídos y arrastrados a una forma de esclavitud de la que es difícil liberarse y que conduce a la pérdida del sentido de la vida y, a veces, de la vida misma”.
Ante este preocupante panorama, afirmó el Santo Padre, la Iglesia siente la urgente necesidad de establecer en el mundo contemporáneo una forma de humanismo que sitúe a la persona humana en el centro del discurso socioeconómico y cultural; un humanismo que tenga como fundamento el “Evangelio de la Misericordia”. De ahí que los discípulos de Jesús se inspiren para llevar a cabo una acción pastoral verdaderamente eficaz a fin de aliviar, curar y sanar los muchos sufrimientos vinculados a las múltiples dependencias presentes en la escena humana.
La Iglesia y el mundo unidos en la lucha contra la droga
En este sentido, el Papa Francisco precisó que, la Iglesia, junto con las instituciones civiles, nacionales e internacionales y los diversos organismos educativos, está activamente comprometida en todo el mundo en la lucha contra la propagación de las adicciones, movilizando sus energías en proyectos de prevención, tratamiento, rehabilitación y reinserción para devolver la dignidad a quienes han sido privados de ella. “Para superar las adicciones es necesario tener un compromiso sinérgico, involucrando a las diferentes realidades presentes en el territorio en la implementación de programas sociales orientados a la salud, al apoyo familiar y, sobre todo, a la educación. En esta perspectiva – señaló el Papa – me uno a las intenciones que han formulado ustedes en su conferencia, para pedir una mayor coordinación de las políticas de lucha contra la droga y contra la dependencia, así como la creación de redes de solidaridad y proximidad con los afectados por estas enfermedades”.
Ayudemos a los que han salido del túnel de las drogas
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco agradeció a los participantes en esta Conferencia Internacional por la contribución que han hecho en estos días de estudio y reflexión. “Les animo a que continúen, en los distintos ámbitos en los que trabajan, su labor de animación y apoyo también a favor de los que han salido del túnel de las drogas y de las distintas adicciones. Estas personas – puntualizó el Pontífice – necesitan la ayuda y el acompañamiento de todos nosotros, para que, a su vez, puedan aliviar el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas en dificultad. Encomiendo vuestro compromiso y vuestras buenas intenciones a la intercesión de María Santísima Salud de los Enfermos y, mientras les pido que recen por mí, les bendigo de corazón a todos vosotros, a vuestras familias y a vuestras comunidades”.
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