Papa: dentro de un año la apertura de los archivos sobre Pío XII
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“He decidido que la apertura del Archivo Vaticano del Pontificado de Pío XII tendrá lugar el 2 de marzo de 2020”: con estas palabras el Papa Francisco anunció esta mañana en la audiencia a los superiores, empleados y colaboradores del Archivo Secreto Vaticano, su voluntad de abrir los archivos de la Santa Sede relativos al pontificado del Papa Pacelli.
Dirigiéndose a los 75 funcionarios del Archivo Secreto Vaticano, el Pontífice señaló que la fecha elegida es “exactamente un año después del ochenta aniversario de la elección de Eugenio Pacelli al trono de Pedro”.
El Papa inició su discurso dando la bienvenida a los presentes y tras agradecer las palabras de mons. José Tolentino de Mendonça, saludó a Mons. Sergio Pagano, al Prof. Paolo Vian, neo viceprefecto, a los archiveros, escritores, asistentes y empleados del Archivo Secreto Vaticano, así como a los profesores de la Escuela Vaticana de Paleografía, Diplomacia y Estudios de Archivos.
El 80° aniversario del pontificado de Pío XII
La ocasión de este encuentro – precisa el Papa – “es el feliz aniversario, que cayó anteayer mismo, de los ochenta años transcurridos desde la elección como Sumo Pontífice el 2 de marzo de 1939 del Siervo de Dios Pío XII, de venerada memoria”.
“Papa” en uno de los momentos más oscuros del siglo XX
Francisco constata que el Papa Pacelli tuvo que afrontar “uno de los momentos más tristes y oscuros del siglo XX, agitado y en su mayor parte desgarrado por la Segunda Guerra Mundial” y la consiguiente posguerra. La figura del Papa Pacelli, – prosigue – ha sido ya “investigada y estudiada en muchos aspectos, a veces discutidos e incluso criticados (podría decirse con algún prejuicio o exageración)” pero “hoy en día - subraya - se reevalúa oportunamente y es más, se coloca bajo la luz justa por sus cualidades multifacéticas: sobre todo pastorales, pero también teológicas, ascéticas y diplomáticas".
Cultivar la memoria como se cultiva un árbol majestuoso
Agradeciendo a los presentes por el “escrupuloso trabajo” de “inventario y preparación de la importante documentación producida durante el Pontificado de Pío XII”, que vienen realizando desde el 2006 “por deseo del Papa Benedicto XVI”, el Obispo de Roma constata que se trata de un trabajo desarrollado “en silencio y lejos de los clamores”, que “cultiva la memoria” como se hace con la cultivación de un “árbol majestuoso” y dice:
“Si comparamos este árbol con la Iglesia, vemos que se extiende hacia el Cielo, donde está nuestra patria y nuestro último horizonte; pero sus raíces están en el suelo de la misma Encarnación del Verbo, en la historia, en el tiempo. Ustedes, archiveros, con su paciente esfuerzo, trabajan sobre estas raíces y ayudan a mantenerlas vivas, para que incluso las ramas más verdes y jóvenes del árbol puedan obtener buena savia para su crecimiento en el futuro”. Y es gracias a este trabajo que el Papa anuncia:
Intentos de mantener la llama de la esperanza
“Tomo esta decisión con un espíritu sereno y confiado, - agrega el Papa - seguro de que la investigación histórica seria y objetiva podrá evaluar a su debido tiempo, con la crítica adecuada, los momentos de exaltación de aquel Pontífice y, sin duda, también los momentos de grave dificultad, de decisiones atormentadas, de la prudencia humana y cristiana, que para algunos podía parecer reticente, y que en cambio eran intentos, humanamente incluso muy duros, de mantener encendida, en tiempos de densa oscuridad y crueldad, la llama de las iniciativas humanitarias, de la diplomacia oculta pero activa, de la esperanza en las posibles buenas aperturas de los corazones.
Una Iglesia que ama la historia
Subrayando que la Iglesia “no tiene miedo de la historia”, sino que al contrario, “la ama, y quiere amarla más y mejor, como Dios la ama” el Pontífice afirma: “con la misma confianza que mis predecesores, abro y confío este patrimonio documental a los investigadores”.
Continuar ayudando a los investigadores
Ya en la conclusión del discurso, el Santo Padre agradece nuevamente a los presentes el trabajo que realizan y expresa su deseo de que “continúen con su compromiso de ayudar a los investigadores -asistencia científica y material- y también en la publicación de las fuentes pacelianas que se considerarán importantes, como lo han venido haciendo desde hace algunos años”.
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